Turquía y Siria fueron epicentro de un terremoto de gran escala, uno de los más mortales de las últimas décadas.
Los fenómenos naturales, usualmente cobran la vida de cientos de personas. Recientemente el mundo conoció el terremoto de 7,8 en la escala de Richter, que se presentó el pasado 6 de febrero en Turquía y Siria, que de momento, según fuentes oficiales, ha cobrado la vida de 36.000 personas, convirtiéndose en uno de los más mortales en las últimas décadas.
Sin embargo, esto conlleva el hecho de plantearse sobre las reacciones de primera instancia que se deben considerar para sobrevivir bajo los escombros, teniendo en cuenta que el tiempo se agota para aquellas personas que continúan atrapadas.
De momento, equipos de rescate nacionales e internacionales están trabajando incansablemente para remover desechos dondequiera que haya un indicio de vida.
¿Cuánto tiempo se puede sobrevivir bajo los escombros?
Eso depende de varios factores, según expertos que hablaron con la BBC, indican que: la postura en la que el sobreviviente se encuentra tras el desplome, el acceso a aire y agua, el clima, las condiciones meteorológicas y el estado físico de la persona atrapada influyen en un todo sobre cuánto pueden seguir con vida.
Naciones Unidas suelen concluir sus esfuerzos de búsqueda y rescate entre cinco y siete días después de la catástrofe. Esa decisión se toma si han transcurrido dos días sin ningún rescate. La mayoría de los rescates exitosos suceden en las primeras 24 horas del desastre, pero se han presentado casos en los que se han sacado de los escombros a personas con vida después de mucho más tiempo.
En mayo de 2013, por ejemplo, una mujer fue retirada con vida de los escombros 17 días tras el colapso de una fábrica en Bangladesh. Y tras el terremoto de Haití en 2010, que dejó al menos 200.000 muertos, un hombre fue rescatado luego de 12 días de entre los escombros de una tienda.
Factores que pueden mantener a las víctimas con vida
Oxígeno y agua
"En edificios colapsados entre las planchas de cemento o concreto habrá huecos, espacios en los que la gente pueda sobrevivir, y eso explica que los equipos de rescate continúen con su trabajo", señaló Ray Gray, quien durante tres décadas participó en rescates con la ONG británica International Rescue Corps. Gray ha estado en terremotos en Afganistán, Irán, Honduras y Colombia, entre otros países.
Un elemento clave es el acceso a oxígeno: "El oxígeno en general suele no ser un problema en un edificio colapsado porque el aire encuentra la forma de ingresar", afirmó Gray.
El siguiente factor esencial es el acceso al agua: "Cuando un edificio colapsa las alarmas de incendios en general activan rociadores de agua. En el edificio se habrá cortado el suministro de gas y electricidad para evitar explosiones o incendios, pero el de agua permanece porque el líquido puede seguir goteando desde cañerías rotas".
"He estado en rescates en los que los bomberos rocían los escombros con agua para que pueda gotear y llegar a personas atrapadas".
Gravedad de las lesiones y el entorno
Por otra parte, Roberto Rubio es el fundador de la ONG Salvamento, Ayuda y Rescate, SAR-NAVARRA-ESPAÑA (entidad de ayuda internacional), y ha liderado rescates en casos de terremotos y otros desastres durante dos décadas, en sitios como Haití, Chile, Ecuador, Perú, Irán y Turquía.
Rubio señaló que los factores que afectan a la supervivencia en estas situaciones son impredecibles. "Pero al igual que los rescatistas que allí se encuentran, la esperanza no se puede perder hasta el final".
"El principal factor de supervivencia en una persona atrapada para que pueda ser rescatada con vida sin duda son la gravedad de las lesiones, tanto las que se producen en el momento del derrumbe, como las patologías previas", afirmó Rubio. Agregó que: "En multitud de situaciones, las personas rescatadas con vida pasados los 10 días son personas jóvenes sin patologías previas de interés".
Además del acceso a oxígeno y agua, otros factores a tener en cuenta son "la permeabilidad del escombro, la calidad de su estructura de rotura, que también afecta, tanto para la supervivencia como para el rescate. Por ejemplo, la morfología de planchas, grandes o pequeñas, limpias o polvorientas".
Rubio agregó que la temperatura es un factor muy importante a tener en cuenta, pues el clima local determina cuánto pueden resistir las víctimas. "Este factor reduce en consideración el índice de supervivencia provocando la deshidratación del atrapado, pero es la temperatura del lugar en el que se encuentra la víctima la que marca realmente la diferencia", dice.
Temperatura corporal y ambiental
Según el profesor Richard Edward Moon, experto en cuidados intensivos de la Universidad de Duke, Estados Unidos, las condiciones invernales en Turquía empeoran la situación: "Un adulto típico puede resistir temperaturas de hasta 21ºC sin que el cuerpo pierda su capacidad de retener el calor. Pero cuando se vuelve más frío, cambian las cosas", indicó.
En esa instancia, la temperatura del cuerpo esencialmente sigue la temperatura ambiental.
"La rapidez a la que se produce la hipotermia dependerá de qué tan aislada se encuentra la persona, o que tanta protección tiene. Al final de cuentas, muchos de los menos afortunados tendrán hipotermia bajo estas circunstancias", dice el especialista.
En el verano, sucede lo contrario, si el entorno es demasiado caliente, la víctima puede deshidratarse demasiado rápido, lo que reduce sus posibilidades de supervivencia.
El síndrome de aplastamiento
Aún si una persona es hallada con vida, puede enfrentar problemas graves debido al llamado síndrome de aplastamiento o crush syndrome.
"El síndrome de aplastamiento es una necrosis o muerte de los músculos debido a una compresión de cualquier causa, por ejemplo, una persona que puede quedarse atrapada una pierna en un accidente de agricultura, o de una máquina, o generalmente en un derrumbamiento, el típico ejemplo es un terremoto o la caída de un edificio", explicó el Dr. José Luis Górriz, presidente de la Sociedad Valenciana de Nefrología y jefe del servicio del Hospital Clínico Universitario de Valencia.
"Entonces al comprimir los músculos especialmente de las piernas, se produce una isquemia, les falta riego sanguíneo, se produce inflamación y esa inflamación y falta de riego sanguíneo puede producir muerte del músculo, muerte celular".
La muerte celular hace que se liberan al torrente sanguíneo sustancias tóxicas, que pueden causar dos complicaciones graves, señaló el Dr. Górriz.
"Una es que fragmentos de una parte del músculo que se llama mioglobina obstruyan los túbulos renales, como si obstruyen las tuberías de formación de la orina y eso induce que el paciente orine menos o deje de orinar. Entonces hay que desobstruir eso de alguna manera con goteros (suero fisiológico) o con fluidos".
"En segundo lugar, como la célula se necrosa, las células musculares y otras células, y el 90% del potasio está dentro de la célula, entonces sale de la célula al torrente circulatorio, a la sangre, y se produce una elevación muy importante de potasio que puede producir una arritmia y la muerte".
El rescate de sobrevivientes debe ser extremadamente cuidadoso
"Hay que poner goteros para aumentar el volumen de perfusión, aumentar la cantidad de sangre que hay en los vasos, para que haga como una especie de desobstrucción", dice el Dr. Górriz.
"Si ese riñón no se recupera con goteros inmediatamente pues necesitaría diálisis e incluso puede quedar con insuficiencia renal permanente. En general la recuperación mediante goteros o mediante diálisis suele asociarse a buen pronóstico a corto o medio plazo si se actúa rápidamente".
"Pero luego hay otro problema al que se enfrentan los médicos y es que cuando al paciente lo sacan de los escombros, existe mucho peligro añadido, porque cuando lo sacan todas esas sustancias que estaban comprimidas por los escombros se liberan a la sangre y hacen un fenómeno de toxicidad".
"Deben regresar una y otra vez"
Gray asegura que debido a la complejidad del rescate, no puede avanzarse velozmente, o se aumentaría el riesgo de que los escombros pongan en peligro a personas atrapadas que aún puedan estar con vida.
Y es esencial que los rescatistas vuelvan al mismo lugar varias veces: "Los rescatistas deben regresar una y otra vez al mismo sitio para asegurarse de que no se perdieron de captar señales de alguna persona atrapada que estaba dormida o inconsciente la primera vez que estuvieron allí".
Fortaleza mental
Un factor que suele ser subestimado, según los expertos, es el bienestar y control mental.
Señalan que la capacidad de mantener una voluntad y una mentalidad concentrada en la supervivencia también puede ser crucial para permanecer con vida.
"El miedo es nuestra reacción natural, pero no debemos entrar en pánico. Necesitamos ser mentalmente fuertes para poder sobrevivir", aconseja Murat Harun Ongoren, coordinador de AKUT, la mayor organización de asistencia civil y rescate de Turquía. Eso requiere determinación.
"Es importante tratar de evitar sentir temor y tomar control de nosotros mismos. 'Bien, ya que estoy aquí, debo encontrar la manera de seguir vivo' debe ser la motivación. Eso generará menos gritería y movimiento físico. Tendrás que conservar tu energía mediante el control de tus sentidos y del pánico".
Rescates extraordinarios
Aunque hallar sobrevivientes luego de varios días puede ser extraordinario, esos casos sí ocurren. En 1995, después de un terremoto que sacudió a Corea del Sur, un hombre fue rescatado de los escombros tras 10 días. Se reportó que había sobrevivido bebiendo agua de lluvia y se alimentó de una caja de cartón. Se había entretenido con un juguete infantil para mantener su mente activa.
En mayo de 2013, una mujer fue sacada de las ruinas de una fábrica en Bangladesh, 17 días después de que el edificio colapsara. "Escuché las voces de los socorristas durante varios días. Golpeé continuamente los escombros con palos y tubos para atraer su atención. Nadie me escuchaba", declaró al ser rescatada. Añadió que: "Me alimenté de comida deshidratada durante 15 días. Los últimos dos días no tuve nada sino agua".
En Haití, tras el terremoto de enero 2010 que cobró la vida de más de 220.000 personas, un hombre sobrevivió 12 días bajo los escombros de una tienda que había sido saqueada. Otro hombre fue encontrado tras 27 días enterrado bajo las ruinas.
En octubre de 2005, dos meses después de un terremoto que impactó la región de Cachemira en Pakistán, una mujer de 40 años llamada Naqsha Bibi fue rescatada de su cocina desplomada.
La encontraron con los músculos entumecidos y tan débil que casi no podía hablar. En conversación con la BBC en 2005, un primo dijo: "Primero pensamos que estaba muerta, pero abrió los ojos cuando la estábamos sacando".
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