Solo el 37 % de la Isla tiene servicio de energía eléctrica y los hospitales del sur podrían dejar de funcionar por la escasez de diésel.
Puerto Rico actualmente enfrenta una grave crisis de salud pública por cuenta del huracán Fiona, y a pesar de que se ha mejorado el suministro de agua en la población, solo el 37 % de la Isla está electrificado y los hospitales del sur podrían quedar inoperantes por una crisis en el abasto de diésel usado para el funcionamiento de las plantas eléctricas.
Escasez de diésel
Así lo advirtió hoy el pasado presidente del Colegio de Médicos, el Dr. Víctor Ramos, en una entrevista con la Revista de Medicina y Salud Pública en la que recordó que directivos del Centro Médico Episcopal San Lucas están alarmados por la escasez de diésel, mientras el hospital, ni ninguno de los del sur ha sido energizado. “Puerto Rico tiene una crisis de salud pública”, afirmó el especialista.
"Ese hospital necesita cinco mil galones de este combustible cada dos días y nos preocupa que va a pasar mañana sábado si no llega una barcaza que se ha prometido", dijo Ramos. Indicó que una cantidad sustancial de clientes de la Autoridad de Acueductos y Alcantarillados tienen el servicio restablecido porque las plantas de la corporación han sido activadas con plantas que funcionan con diesel.
Declaración de emergencia de salud pública
Ramos sostuvo que la evidencia de que la Isla está en medio de una crisis de salud se patentiza con la declaración oficial del Secretario de Salud de Estados Unidos, Javier Becerra. La orden de Becerra establece unos protocolos en la manera de atender pacientes por parte de los planes médicos advantage y las aseguradoras privadas
El destacado pediatra dijo que la Isla debe mantener su sistema de agua funcionando porque es vital para servicios como las terapias de diálisis que dependen del uso masivo de agua. Recordó que no solo los pacientes de hemodiálisis, sino también los receptores de terapia en la casa.
"Hemos tenido en las últimas horas problemas con el abasto de agua en centros de salud y oficinas que ofrecen diálisis. También están en crisis los que reciben diálisis peritoneal que se la hace el mismo paciente en la casa y también usan una cantidad bien grande de agua", dijo.
El galeno destacó además su preocupación por personas que usan ventiladores o mecanismos de alimentación que requieren una alta higiene y el suplido de energía."Allí hay que evitar las infecciones, pero además hay que destacar que hay muchos menos refugiados, lo que significa que hay muchas personas en sus casas", manifestó el experto.
Riesgo de contraer infecciones
El especialista indicó que el hecho de que las personas están en comunidades con condiciones y riesgos de salud, presenta el reto de personas que están viviendo en medio del bache y el fango, con riesgo de leptospirosis.
Sobre el dengue, agregó que también es un desafío en un momento en que la Isla atraviesa por una temporada alta de enfermedades respiratorias, lo que incluye COVID, micoplasma, virus respiratorio en infantes y otras condiciones.
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