Fentanilo y la crisis por abuso de opioides en Puerto Rico y Estados Unidos

Integrantes de organizaciones comunitarias advierten que la crisis por sobredosis de estas sustancias se debe a la falta de tratamientos de salud.

Luisa Ochoa

    Fentanilo y la crisis por abuso de opioides en Puerto Rico y Estados Unidos

    El abuso de opioides en Puerto Rico y en el mundo es un problema de salud pública, sin embargo, con el paso de los años y la crisis actual que vive Estados Unidos, el riesgo de graves consecuencias se ha incrementado.

    Ante ello, organizaciones comunitarias, como Intercambios Puerto Rico, aúnan esfuerzos para aminorar la problemática y alertan que es indispensable un enfoque desde el ámbito de salud, además del compromiso de diferentes instituciones públicas y privadas para evitar el aumento de muertes por abuso de los opioides sintéticos.

    Fentanilo en Puerto Rico

    El Dr. Luis Román, psicólogo clínico en esta organización, indicó que actualmente lo que sucede en la Isla es una crisis por sobredosis de opioides, que ya ha ocurrido años atrás y el problema mayor se centra en el uso peligroso del fentanilo, un potente narcótico utilizado como analgésico y anestésico.

    “Ahora mismo nos encontramos en una de las olas de sobredosis por opioides, porque ha habido varias. La crisis está ocurriendo por opioides sintéticos que se están creando en el marco de la ilegalidad. En el caso de Puerto Rico, es el fentanilo, pero en Estados Unidos el problema empieza con recetar desmedidamente estas sustancias sin tomar en consideración sus efectos al tratar el dolor”, explicó.

    ¿Qué es el Fentanilo?

    La literatura médica consigna que el fentanilo es un opioide sintético entre 50 a 100 veces más potente que la morfina o la heroína, es utilizado para tratar dolores muy fuertes y generalmente se administra en pacientes con cáncer terminal, no obstante, el psicólogo indica que, “se han creado laboratorios clandestinos que han manufacturado este producto y en Puerto Rico el principal problema ha sido que han manufacturado la heroína con este opioide sintético y eso ha incrementado las muertes por sobredosis”.

    Cabe mencionar que la Isla no cuenta con estadísticas actuales de pacientes con problemas por opioides ni personas fallecidas por sobredosis de estas sustancias, por lo que dificulta dimensionar el impacto de esta problemática.

    La Lcda. Ivonne Rodríguez, asesora ejecutiva de Direct Relief en Puerto Rico, una organización sin fines de lucro que apoya a instituciones comunitarias como Intercambios, y ayuda a mejorar la calidad de vida de las personas que sufren de adicción, se encuentran en pobreza o viven una emergencia, afirmó que, “uno de los problemas es que en Puerto Rico no existe data suficiente y concreta que pueda redondear y dar la magnitud de las personas que tienen problemas por opioides”.

    Estadísticas de consumo en Puerto Rico y Estados Unidos

    Al respecto, Román explicó: “el estudio más reciente del 2016, que financió ASSMCA, (Administración de Servicios de Salud Mental y Contra la Adicción), indica que aproximadamente el 2.5 % de la población puertorriqueña presentaba algún trastorno por uso de distintas sustancias que requieren tratamiento, no específicamente de opioides y de ese porcentaje, el 70 % no recibió tratamiento”.

    Por su parte, en Estados Unidos las sobredosis de drogas han cobrado la vida de más de 932.000 personas en los últimos 21 años. En el 2020, la tasa de muertes por sobredosis de drogas aumentó un 31 % en comparación con el año anterior, y en el 2021 más de 107.000 personas fallecieron por esta misma causa, aumentando un 15 % con relación al año 2020, informaron los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, (CDC).

    Sobredosis por opioides en Puerto Rico

    Es importante resaltar que en Estados Unidos, los opioides sintéticos, como el fentanilo fabricado ilícitamente, continúan generando la mayoría de las muertes por sobredosis en las que hay opioides involucrados. El Dr. Luis Román de Intercambios Puerto Rico también mencionó que, solamente en el 2020, se reportaron 534 sobredosis por opioides en Puerto Rico.

    “Pienso que en Puerto Rico no estamos en una epidemia de muertes por sobredosis como está ocurriendo en Estados Unidos, pero si hay una alerta de que podría pasar. Catedráticos del Recinto de Ciencias Médicas de la Universidad de Puerto Rico, indican que aquí hay una crisis de falta de tratamiento, porque en la medida que tengamos tratamiento no tendríamos tantos episodios de sobredosis. Lo que previene la sobredosis, además de la educación, es tener también un tratamiento adecuado”, enfatizó Román.

    Asimismo, explicó que la mayor crisis la están evidenciando en personas que usan drogas inyectables, ya que por ejemplo en el caso de la heroína, se desconoce que esté adulterada con fentanilo y son sustancias que no se están administrando de manera adecuada y medicada.

    Principales esfuerzos 

    Frederick Cortés, coordinador de alcance comunitario de Intercambios, trabaja coloquialmente en “la calle”, con dos enfoques principales: reducción de daños y servicios de bajo umbral. “La reducción de daños es una estrategia para abordar los principales riesgos del abuso de sustancias, estamos hablando de las sustancias que se consiguen de forma ilícita”, afirmó.

    La organización trabaja en diez municipios del área este de Puerto Rico, y brinda apoyo, educación y capacitación a las personas de las comunidades más vulnerables al abuso de sustancias. 

    “Hemos estado distribuyendo Naloxona en sus distintas presentaciones, que es un medicamento que se utiliza para revertir la sobredosis por opiáceos. Tratamos de enseñar a las personas para que en caso de que evidencien una sobredosis sepan identificar los signos y síntomas y puedan intervenir de forma efectiva para salvar la vida de la persona”, explicó Cortés.

    Este medicamento no es adictivo y solo se puede usar para momentos de crisis por sobredosis de opioides. Según los CDC, en la mayoría de los casos de muertes por sobredosis, había una persona cerca que podría haber ayudado a prevenir el hecho. 

    Con relación a ello, Cortés señaló que, “también hay que educar a la persona para conocer cuáles son los síntomas o reacciones después de administrarlo, porque este medicamento tiene la particularidad que induce los síntomas de retirada en una persona. Lo que hace es desplazar los opiáceos de los receptores en el cerebro para evitar que la persona siga absorbiendo la sustancia a su torrente sanguíneo y siga deprimiendo su sistema nervioso central”.

    Además, afirmó que durante el año 2021, cerca de 200 vidas se salvaron gracias a ese tipo de intervenciones, en los municipios donde trabaja la organización.

    Finalmente, los profesionales indicaron que la crisis por abuso de opioides en Puerto Rico es una problemática que necesita tratarse desde un enfoque de salud y no solo desde la justicia criminal, además de articular acciones globales para mitigar su impacto a corto plazo.

    Vea el programa completo aquí. 

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