Ni una sola arma de fuego ha sido detectada en el interior de las escuelas puertorriqueñas en años.
Los cigarrillos electrónicos, cuyo uso ha aumentado en un 30 por ciento en los últimos años entre la población juvenil en Estados Unidos, están proliferando en Puerto Rico, provocando una alerta en el Departamento de Educación, confirmó el Secretario Eliezer Ramos.
"Es una modalidad que con preocupación vemos en crecimiento y estamos vigilando a vendedores ambulantes que se ubican cerca de las escuelas", dijo Ramos en una entrevista con la Revista de Medicina y Salud Pública al referirse al tema del trasiego de armas y drogas cerca de los planteles de la isla.
Ramos admitió que hay puntos de drogas que también operan cerca de las escuelas públicas y se ha iniciado una coordinación con la Policía para intervenir dentro de los planteles escolares. Sin embargo, el ejecutivo aseguró que no hay un problema de violencia intra escolar o introducción de armas de fuego dentro de los planteles.
A pesar de eso, y tras los incidentes en Uvalde, Texas, donde 21 personas murieron en un ataque armado de un solitario pistolero de 18 años, Ramos considera la ubicación de detectores de metales en las escuelas para prevenir la entrada de armas de fuego a salones de escuelas locales.
Ni una sola arma de fuego ha sido detectada en el interior de las escuelas puertorriqueñas en años y expertos en trabajo social y sicología estiman que la opción de las máquinas detectoras debe descartarse aquí.
Sobre el tema de los cigarrillos electrónicos, el director de seguridad de Educación, Cesar González, confirmó la realización de operativos en diez escuelas que han provocado se decomisen estos aparatos que son ilegales para estudiantes menores de 18 años.
"Los vendedores de estos cigarrillos los están mercadeando frente a las escuelas a pesar de que saben que son ilegales para menores de edad", dijo González a MSP
El ejecutivo reconoció que estos cigarrillos generan un problema de salud entre los estudiantes. La Sociedad Americana del Cáncer ha advertido que el uso de estos cigarrillos es dañino para los estudiantes porque contienen nicotina, a veces en mayor cantidad que los cigarrillos convencionales, si no además porque exponen a riesgos adicionales a pulmones y vías respiratorias.
Los expertos de la SAC advierten que los solventes y sustancias químicas saborizantes que incluyen estos aparatos son potencialmente tóxicas. La entidad afirma que el crecimiento en Estados Unidos de su utilización sugiere que miles de jóvenes se están haciendo adictos a la nicotina en edades tempranas.