Es importante que preste atención a la forma en que enfrenta a los acontecimientos estresantes de menor y de mayor importancia para que sepa cuándo debe buscar ayuda.
Nuestro cuerpo está preparado para reaccionar ante el estrés de manera tal que nos proteja contra las amenazas de los depredadores y otros agresores. Aunque tales amenazas son raras hoy en día, eso no significa que la vida no cause estrés.
Por el contrario, sin duda, todos nos enfrentamos a múltiples exigencias cada día, como asumir una enorme carga de trabajo, pagar las facturas y cuidar de la familia.
Por esto el cuerpo trata estas molestias menores como amenazas y como resultado, es posible que sientas como si estuvieras constantemente bajo ataque. Pero usted puede contraatacar. No tiene que dejar que el estrés controle su vida.
Cuando la respuesta natural al estrés se descontrola
El sistema de respuesta al estrés del cuerpo suele ser autolimitante. Una vez que una amenaza percibida ha pasado, los niveles hormonales regresan a la normalidad. A medida que bajan los niveles de adrenalina y cortisol, la frecuencia cardíaca y la presión arterial vuelven a los niveles iniciales, y otros sistemas reanudan sus actividades regulares.
Pero cuando los factores estresantes están siempre presentes y usted se siente constantemente atacado, esa reacción de pelear o huir permanece encendida.
La activación a largo plazo del sistema de respuesta al estrés y la sobreexposición al cortisol y otras hormonas del estrés que actúan en consecuencia pueden interrumpir casi todos los procesos de tu cuerpo. Esto incrementa el riesgo de padecer muchos problemas de salud, tales como:
*Ansiedad
*Depresión
*Problemas digestivos
*Dolores de cabeza
*Cardiopatía
*Problemas de sueño
*Aumento de peso
*Deterioro de la memoria y la concentración
Por eso es tan importante aprender formas saludables de lidiar con los factores estresantes de la vida.
Por qué reaccionas a los factores estresantes de la vida de la manera en que lo haces
Nuestra reacción a un acontecimiento potencialmente estresante es diferente de la de cualquier otra persona. La forma en que usted reacciona a los factores estresantes de su vida se ve afectada por factores tales como los siguientes:
*La genética. Los genes que controlan la respuesta al estrés mantienen a la mayoría de las personas en un nivel emocional bastante estable y solo ocasionalmente preparan al cuerpo para luchar o escapar. Las respuestas de estrés hiperactivo o subactivo pueden provenir de pequeñas diferencias en estos genes.
*Experiencias de vida. Las fuertes reacciones al estrés a veces se pueden atribuir a eventos traumáticos. Las personas que fueron descuidadas o maltratadas cuando eran niños tienden a ser particularmente vulnerables al estrés. Lo mismo ocurre con las personas que han sufrido delitos violentos, los supervivientes de accidentes aéreos, el personal militar, los agentes de policía y los bomberos.
Usted puede tener algunos amigos que parecen relajados acerca de casi todo y otros que reaccionan fuertemente al más mínimo estrés. La mayoría de las personas reaccionan a los factores estresantes de la vida en algún lugar entre esos extremos.
El Instituto de Salud Mental de los Estados Unidos realizó una guía de recomendaciones que puede seguir para evitar que el estrés afecte su vida.
*Sea observador. Sepa reconocer las señales sobre cómo usted responde al estrés, como dificultad para dormir, aumento del consumo de alcohol y otras sustancias ilícitas, enfadarse fácilmente, sentirse deprimido y tener poca energía.
*Hable con su médico o con otro proveedor de atención médica. No espere a que su médico le pregunte si está estresado. Inicie la conversación y obtenga una atención adecuada para los problemas de salud existentes o nuevos. Los tratamientos eficaces pueden ayudar si el estrés está afectando sus relaciones o su capacidad para trabajar.
*Haga ejercicio de manera regular. Una caminata diaria de tan solo 30 minutos pueden ayudarle a mejorar su estado de ánimo y su salud.
*Pruebe una actividad relajante. Averigüe sobre programas de relajación o bienestar que talvez incorporen meditación, relajación muscular o ejercicios de respiración. Programe horarios regulares para estas y otras actividades saludables y relajantes.
*Establezca objetivos y prioridades. Decida qué debe hacer y qué puede esperar hasta más tarde, y aprenda a decir no a las tareas nuevas si le están imponiendo una sobrecarga de trabajo. Tenga en cuenta lo que ha logrado al final del día, no lo que no ha podido hacer.
*Manténgase conectado. Usted no está solo. Manténgase en contacto con personas que pueden ofrecerle apoyo emocional y ayuda práctica. Para reducir el estrés, pida ayuda a amigos, familiares y organizaciones comunitarias o religiosas.