El mundo afronta grandes retos de salud que van desde los brotes de afecciones prevenibles con vacuna y resistencia a los fármacos anti patógenos hasta los malos hábitos que provocan enfermedades crónicas y fallecimientos prematuros, además los elementos ambientales
La organización Mundial de la Salud (OMS) publicó el jueves una lista de diez graves amenazas que están sucediendo en el mundo entre estas está la situación que el 22% de la población general, víctimas de la pobreza, el hambre, los conflictos y el desplazamiento, además de la falta de servicios de salud primaria en muchos países.
Para hacerle frente a estas problemáticas sociales la OMS ejecutó un plan estratégico de 5 años, con esto se busca responder el acceso a la salud universal para mil millones de individuos, resguardar en caso de emergencias médicas para otras mil millones de personas y mejorar la salud y el bienestar de ellas. La estrategia inició en el año 2019 y requiere que los problemas sanitarios se aborden desde múltiples ángulos.
Las Organización de Naciones Unidas realizó un listado de diez problemas que necesitan atención de manera inmediata las cuales son :
El mayor peligro ambiental es la polución para la salud ya que 9 de cada 10 personas respiran aire contaminado cuyas partículas tóxicas pueden penetrar los sistemas respiratorios y circulatorios, donde pueden perjudicar pulmones, el corazón y el cerebro. En la actualidad, el cáncer, las embolias y los padecimientos cardio respiratorios provocan al año la muerte precoces de 7 millones de personas, el 90% de ellas en países de renta baja o media con grandes emisiones contaminantes de la industria, el transporte, la agricultura y las estufas caseras.
Una de las principales fuentes de contaminación en el mundo es la quema de combustibles fósiles que es una de las causas del cambio climático, fenómeno que impacta la salud humana de diferentes formas.
Según proyecciones entre el 2030 a 2050 se producirán 250.000 defunciones adicionales cada año debido a la desnutrición, la malaria, diarrea y la insolación relacionadas con el cambio climático.
Estos son padecimientos que no son contagiosos como la diabetes, cáncer y las enfermedades cardiacas que causan 41 millones de muertes, más de 70% de las muertes anuales a nivel mundial, cifras que incluye a 15 millones de personas que agonizan prematuramente entre los 30 y los 69 años.
Este aumento de fallecimientos sucedieron en un 85% en países medios y bajos, esto se debe a elementos de riesgo como el tabaco, el sedentarismo, abuso de alcohol, dietas poco saludables y la contaminación del aire. Los hábitos también agravan los padecimientos mentales.
Con el paso de las pandemias y ahora con el COVID-19 , se espera que el mundo enfrenta una nueva pandemia, aunque no se sabe cuándo ni qué tan grave pueda ser. Las defensas globales contra la enfermedad son tan eficientes como el sistema de respuesta nacional a emergencias sanitarias más débil de cualquier país.
La OMS con ayuda de 153 instituciones en 114 países monitorea de manera constante la circulación de virus gripales para detectar cepas que podrían desatar una nueva pandemia. Cada año se recomienda las cepas del virus que se deberían incluir en la vacuna para resguardar a la población de la gripe estacional.
Las malas condiciones de vida afectan a millones de comunidades en todas las regiones del mundo. El 22% de la población vive en lugares perjudicados por crisis de larga data que pueden incluir sequías, hambruna, conflictos y desplazamiento de población de igual manera los servicios de salud precarios o una carencia total de esos cuidados.
La OMS trabaja con los países para fortalecer los sistemas de sanidad y aumentar su preparación ante el brote de enfermedades.
Resistencia a los antimicrobianos que las personas han desarrollado a los anti patógenos suponen un riesgo de no poder tratar fácilmente infecciones como la pulmonía, la tuberculosis, la gonorrea o la salmonelosis y a su vez la incapacidad para aliviar las infecciones podría complicar las cirugías y tratamientos como la quimioterapia.
Los brotes registrados en la República Democrática del Congo en 2018 afectaron a más de un millón de personas. Una de las provincias golpeadas es además una zona de conflicto, lo que demuestra que las epidemias de virus altamente patógenos encuentran un entorno propicio en escenarios de acceso difícil o nulo.
Servicios precarios de salud primaria
Los cuidados médicas primarios son normalmente el primer punto de contacto de la población con sus sistemas de salud y deberían ofrecer atención amplia y asequible para las comunidades. Sin embargo, muchos países no tienen instalaciones y carecen de estos servicios o simplemente no tienen instalaciones adecuadas debido a la falta de recursos.
A pesar de que se ha demostrado que las vacunas pueden prevenir enfermedades y evitar de 2 a 3 millones de muertes anuales, muchas personas no aceptan vacunarse por temas o dudas generadas por falta de información.
El dengue, transmitido por un mosquito, puede ser letal y cobrarse la vida del 20% de quienes lo sufren manifestaciones graves. La enfermedad es una amenaza creciente para el mundo desde hace décadas.
De acuerdo con la OMS, un 40% del mundo corre el riesgo de contraer dengue y actualmente se registra 390 millones de infecciones al año.
Los avances contra el VIH son grandes en cuanto exámenes y detección, el acceso de medicamentos y medidas preventivas. Pero la epidemia continúa y el VIH/SIDA provoca la muerte de un millón de personas cada año.
Noticias ONU. Conoce las diez principales amenazas contra la salud mundial. Disponible: https://news.un.org/es/story/2019/01/1449582