El medicamento Tremfya ya existía en el mercado para tratar la psoriasis en placas de moderada a grave, pero ahora también estará disponible para tratar a pacientes con artritis psoriásica (APs).
La artritis psoriásica es una enfermedad autoinmune crónica e inflamatoria que afecta a la piel y a las articulaciones. En 8 de cada 10 casos, primero se presenta la psoriasis cutánea y unos años después, entre los 30 y 50 años, suele aparecer también inflamación en las articulaciones.
Se estima que alrededor de un 30% de las personas afectadas con psoriasis cutánea desarrollan más tarde artritis psoriásica. Estos pacientes, además de las placas cutáneas de la psoriasis, presentan inflamación, dolor, rigidez y reducción de la movilidad en algunas articulaciones: en la columna vertebral (artritis psoriásica axial), en todo el cuerpo, excepto en la columna (artritis psoriásica periférica) o en todo el cuerpo (artritis psoriásica mixta).
Esta enfermedad puede ir acompañada de otros síntomas, como lesiones en las uñas, inflamación de los ojos (uveítis) o dolor en la zona de la espalda.
Diagnósticos asociados a la artritis psoriásica
Se calcula que más de la mitad de los pacientes con artritis psoriásica tienen otro diagnóstico asociado, como osteoporosis, enfermedad inflamatoria intestinal, enfermedad cardiovascular o depresión. Por lo tanto, la artritis psoriásica es una enfermedad que puede llegar a ser muy debilitante para las personas que la sufren, tanto en el ámbito físico como en lo emocional.
“Si tuviéramos que describir la artritis psoriásica con dos adjetivos, diríamos que es compleja y heterogénea; compleja, por los diferentes mecanismos celulares implicados, y heterogénea por la diferente presentación fenotípica a la que se añaden otras comorbilidades que pueden presentar los pacientes y que pueden dificultar la elección del tratamiento más adecuado”, asegura el Dr. Juan Carlos Torre Alonso, reumatólogo y catedrático de Medicina en la Universidad de Oviedo.
Tratamiento para la artritis psoriásica
El tratamiento más común para la enfermedad es la combinación de AINEs (antiinflamatorios no esteroideos) con inmunosupresores, como metotrexato, sulfasalazina o la leflunomida, medicación que es recomendable complementar con fisioterapia.
¿Cómo funciona y quienes pueden utilizar Tremfya?
El principio activo de Tremfya es el “Guselkumab”, un anticuerpo monoclonal que actúa como inhibidor selectivo bloqueando la actividad de una proteína llamada IL-23, que está presente en una cantidad mayor en las personas con psoriasis y artritis psoriásica, pues ambas enfermedades comparten mecanismos de acción relacionados con las mismas citoquinas inflamatorias que están detrás de la inflamación cutánea y articular.
Este principio activo inhibe selectivamente esta proteína y frena su interacción con el receptor de IL-23, un elemento clave en la progresión de las enfermedades inflamatorias inmunomediadas.
Estudios previos de Tremfya
Este medicamento ya estaba probada su eficacia en la psoriasis en placas de moderada a grave, pero después de dos años de ensayos clínicos, se ha observado que es eficaz en la artritis psoriásica. Así, además de reducir la inflamación de las placas cutáneas, lo hace también en las articulaciones, lo que a largo plazo puede incluso suponer evitar una destrucción ósea que puede ser irreversible.
Con esta autorización, Tremfya se convierte en el primero de su clase autorizado tanto para el tratamiento de la artritis psoriásica como de la psoriasis en placas de moderada a grave, como afirma el Dr. Torre Alonso, “la aprobación de guselkumab aporta un mecanismo de acción -novedoso y diferente- eficaz en todos los dominios de la enfermedad, tanto cutáneos como de aparato locomotor, en pacientes naive, sin tratamiento previo, pero también en aquellos que han fracasado a terapia biológicas (iTNF), todo ello reduciendo además la progresión del daño estructural, con rapidez de acción -que se demuestra por los resultados a las 16 y 24 semanas- y un buen perfil de seguridad y tolerabilidad”.
Indicaciones previas del medicamento
En cuanto a las indicaciones del fármaco, se recomienda para pacientes adultos con artritis psoriásica activa que no han tenido una respuesta adecuada a otros tratamientos o que han sido intolerantes a un tratamiento previo con un fármaco antirreumático modificador de la enfermedad.
Se administra en inyecciones mensuales (una cada cuatro semanas) y, como recoge la ficha técnica aprobada por la Agencia Española de Medicamentos y Productos sanitarios, no está libre de efectos secundarios adversos, como alergias, reacciones cutáneas o problemas estomacales, entre otros.