Resultados obtenidos con terapias biológicas hacen que los especialistas las consideran un primer paso para empezar a hablar de posible curación de la enfermedad.
Conseguir hoy en día que un paciente con artritis reumatoide no tenga síntomas ya es una realidad en muchos casos. Que, además, esta situación se prolongue recibiendo muy poca medicación, también es algo que empieza a registrarse con cierta asiduidad en las consultas de reumatología. El gran reto ahora es que el paciente no presente síntomas, no necesite medicación y se mantenga en el tiempo sin presentar enfermedad residual, "algo que ya es alcanzable", según señaló el Prof. Juan Gómez-Reino, del Servicio de Reumatología del Hospital Clínico Universitario de Santiago de Compostela, en el transcurso de su intervención en el V Simposio Nacional de Artritis Reumatoide, de la Sociedad Española de Reumatología (SER), que acaba de celebrarse en Pamplona, y en el que se han dado cita cerca de 400 especialistas.
Para el Prof. Gómez-Reino, actualmente se puede detectar y frenar la progresión de la enfermedad en fases muy iniciales, lo que hará más fácil el objetivo de la remisión. La gran cuestión planteada en esta reunión científica fue la posibilidad de mantener al paciente libre de su enfermedad retirándole la medicación. Según explicó este especialista, "las evidencias actuales nos hacen ser optimistas y pensar que la remisión en la artritis reumatoide puede llegar a ser algo alcanzable".
Estas evidencias se circunscriben al ámbito de dos estudios internacionales llevados a cabo con la combinación terapéutica de infliximab y metotrexato, el BeSt y el TNF-20, los cuales han demostrado que la remisión sin progresión radiológica de la enfermedad persiste en un número importante de pacientes tiempo después de haber suspendido la medicación anteriormente citada.
El estudio BeSt ha demostrado que el tratamiento con infliximab es más eficaz si se hace desde el inicio del diagnóstico que si se hace de forma tardía, ofreciendo una mayor y más rápida mejoría clínica, presentando una progresión menor del daño articular y pudiendo llegar a interrumpir el tratamiento. En este sentido y tal como señaló durante la reunión la Dra. Blanca Hernández Cruz, del Servicio de Reumatología del Hospital Universitario Virgen Macarena de Sevilla, el 18% de los pacientes sigue manteniendo una buena respuesta cuatro años después de haber suspendido el tratamiento.
Los resultados obtenidos hasta ahora del Estudio TNF-20, suscriben los ya vistos en el BeSt, demostrando la remisión de la enfermedad seis meses después de haber suspendido el tratamiento de infliximab más metotrexato.
Todos estos indicios abren otro punto de debate entre los expertos como es el de la financiación de este tipo de terapias y el significativo ahorro de costes que supondría para el sistema sanitario poder mantener a los pacientes con su enfermedad en remisión, libres de medicación.
Otro de los grandes temas de interés de esta jornada fue la revisión que el Dr. José María Álvaro-Gracia, del Servicio de Reumatología del Hospital Universitario de La Princesa de Madrid, efectuó sobre las nuevas terapias que están a punto de ampliar el arsenal terapéutico actual para tratar la artritis reumatoide.
En este sentido, se destacó el papel que jugará el golimumab, una nueva terapia biológica perteneciente al grupo de los anti-TNF, en la mejora de los síntomas de la artritis reumatoide. El Dr. Álvaro-Gracia hizo un repaso de los tres estudios clave –GO FORWARD, GO AFTER y GO BEFORE- que han incluido cerca de 300 pacientes y de los que se desprende que la terapia con este nuevo tratamiento mejora la función física de los pacientes, reduce la actividad de la enfermedad y, en algunos casos, se observa una remisión completa de la misma, según el DAS 28, un marcador aceptado internacionalmente que evalúa la actividad de la enfermedad.
Estos estudios han incluido pacientes a los que, estando en tratamiento con metotrexato, se les añadió golimumab, y pacientes que no habían recibido nunca tratamiento con metotrexato.
En este sentido, el Dr. Álvaro-Gracia explica que "estas investigaciones evidencian la eficacia del golimumab en el control de diferentes parámetros de la artritis reumatoide, incluyendo la inducción a su remisión, en pacientes que, a pesar de estar sometidos a tratamiento con metotrexato, mantenían la enfermedad con unos altos niveles de actividad. La eficacia de la terapia combinada entre golimumab y metotrexato -asegura el especialista- debe hacernos pensar en su utilización cuando los pacientes no responden adecuadamente a la monoterapia con metotrexato".
Para este experto, una de las claves de golimumab, desde el punto de vista clínico, es que esta desarrollado a partir de citocinas humanas frente a otras terapias biológicas, que son parte humana y parte murina. "Ello hará que el riesgo de efectos inmunes no deseados sea mucho menor".
El Dr. Álvaro-Gracia destacó también el papel de un nuevo grupo de fármacos, los inhibidores de la interleucina 6, que con una eficacia y seguridad similar a otras terapias biológicas, apuntan a una nueva diana terapéutica, "por lo que pacientes que no responden a tratamientos previos, podrían beneficiarse de esta nueva opción".
Tomado de Jano.es