Los efectos secundarios más comunes fueron reacciones de corta duración a la inyección.
Las vacunas contra la COVID-19 han confirmado su eficacia y seguridad en personas con enfermedades reumáticas y musculoesqueléticas, tras un estudio realizado por el Dr. Pedro M Machado, del Centro de Reumatología, University College London, Londres, Reino Unido y un equipo de colegas.
Los resultados muestran que la mayoría de las personas con enfermedades reumáticas y musculoesqueléticas inflamatorias toleran bien la vacuna, sin diferencias en el perfil de seguridad que se observa en la población general o las personas con enfermedades reumáticas y musculoesqueléticas no inflamatorias. Los efectos secundarios más comunes fueron reacciones de corta duración a la inyección.
Una de las razones para hacerse preguntas de seguridad adicionales en personas con enfermedades reumáticas y musculoesqueléticas inflamatorias, según se explica en el artículo, es la preocupación de que la vacuna pueda causar un brote de enfermedad. En este estudio solo el 4,4 por ciento de las personas experimentaron un brote después de recibir la vacuna y solo el 0,6 por ciento se clasificó como grave.
Por último, la mayoría de las personas (más del 98 por ciento) pudieron continuar con su medicación habitual sin cambios. El estudio también encontró que había una tasa baja de infecciones por COVID-19 en personas con enfermedades reumáticas y musculoesqueléticas una vez que estaban completamente vacunadas.
"En conclusión, nuestros hallazgos deberían brindar tranquilidad a los reumatólogos, otros profesionales de la salud y receptores de vacunas y promover la confianza en la seguridad de la vacuna contra el SARS-CoV-2 en personas con I-RMD", indicaron los especialistas tras publicar su resultado en Annals of the Rheumatic Diseases.
Asimismo, corroboraron que los perfiles de seguridad de las vacunas contra el SARS-CoV-2 en pacientes con I-RMD fueron tranquilizadores y comparables con los pacientes con NI-RMD. La mayoría de los pacientes toleraron bien la vacunación con informes raros de brotes de I-RMD e informes muy raros de eventos adversos graves.
Los investigadores aclararon que, aunque el tiempo medio entre la primera dosis de vacuna y la notificación de casos de 66 días en el caso de esta población de pacientes no es muy diferente del período de seguimiento en algunos de los ensayos de vacunación, "esta es una comparación indirecta que debe interpretarse con cautela".
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