Encefalopatía crónica y su relación con la conducta violenta: El caso del autor del tiroteo en Nueva York

Estudios científicos, incluido uno publicado por el New York Times, en 2017 analizó cerebros de exjugadores de la NFL, y estos revelaron que 110 de 111 tenían ETC.

Katherine Ardila

    Encefalopatía crónica y su relación con la conducta violenta: El caso del autor del tiroteo en Nueva York

    El ataque ocurrido el pasado lunes 28 de julio, en un rascacielos de Nueva York, donde Shane Tamura mató a cuatro personas antes de suicidarse, ha puesto bajo los reflectores a la encefalopatía traumática crónica (ETC). 

    El agresor, de 27 años y exjugador de fútbol americano escolar, dejó una nota donde presuntamente culpaba a la Liga Nacional de Fútbol Americano ( NFL) por esta condición neurodegenerativa, según confirmaron autoridades locales. El edificio atacado alberga las oficinas centrales de la liga deportiva.  

    ¿Qué es la ETC y cómo se desarrolla?  

    La encefalopatía traumática crónica es un trastorno cerebral degenerativo vinculado a traumatismos craneales repetidos. Común en deportes de contacto como el fútbol americano, boxeo y hockey, provoca acumulación anormal de proteína tau que destruye progresivamente neuronas. 

    Este deterioro se manifiesta con cambios conductuales drásticos: desde agresividad impredecible y depresión severa hasta pérdida de control emocional y deterioro cognitivo similar a la demencia.  

    El vínculo con el fútbol americano  

    La conexión entre ETC y la NFL lleva años documentándose. De hecho, el New York Times publicó un estudio en el que se compararon los cerebros de 111 exjugadores de la NFL con cerebros de un grupo de control: 110  mostraban signos claros de la enfermedad. 

    Casos como el de Aaron Hernández, estrella futbolista que cometió asesinato y luego se suicidó en prisión, confirmaron post mórtem el daño cerebral característico.

    La liga enfrentó demandas millonarias por minimizar durante décadas los riesgos neurológicos del deporte, llegando a un acuerdo histórico en 2015 para indemnizar a afectados.  

    La nota del atacante y su historial deportivo  

    Tamura, quien destacó como futbolista en su juventud, escribió un manifiesto de tres páginas donde acusaba a la NFL de encubrir los peligros del deporte. 

    Fotografías recientes muestran que usaba camisetas de la liga, pese a su aparente resentimiento. Autoridades confirmaron que en años recientes mostró conductas erráticas que requirieron intervención psiquiátrica. 

    Su exigencia póstuma "estudien mi cerebro" será atendida mediante análisis patológico, único método para diagnosticar ETC definitivamente.  

    Los desafíos médicos y legales  

    La ETC plantea dilemas complejos: solo se detecta post mortem, sus síntomas se confunden con otras psicopatologías y su relación causal con actos violentos sigue en investigación. 

    Mientras el forense examina el cerebro de Tamura, el caso reaviva debates sobre protocolos en deportes de contacto, compensaciones a atletas y sistemas de detección temprana. 

    Para familias de las víctimas, sin embargo, el dolor contrasta con estas discusiones: un empleado de la NFL sobrevivió gravemente herido, mientras cuatro personas perdieron la vida en un ataque cuyos motivos finales siguen bajo análisis.  

    Este tiroteo ocurre cuando la NFL implementa mejoras en equipamiento y reglas para reducir impactos craneales. Neurocientíficos advierten que atletas juveniles son particularmente vulnerables, pues sus cerebros aún se desarrollan. 

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