Ácaros, caspa de las mascotas y polen como principales desencadenantes alérgenos en dermatitis atópica

Especialista explicó que los alimentos no son la causa raíz de la dermatitis atópica, la cual afecta a más de 200 millones de personas globalmente.

Laura Guio

    Ácaros, caspa de las mascotas y polen como principales desencadenantes alérgenos en dermatitis atópica

    Durante el evento De la infancia a la adultez, una condición que nos acompaña, desde San Patricio Plaza, en la campaña de la Alianza de Apoyo al Paciente con Dermatitis Atópica, que busca concienciar a la población sobre el impacto de la condición en niños y adultos, con la participación de grandes expertos y testimonios.

    En la cobertura exclusiva del evento por la revista Medicina y Salud Pública, la Dra. Nicole Sosa, alergista, durante su intervención explicó cuáles son los desencadenantes alérgicos en la piel atópica. 

    La dermatitis atópica en la actualidad

    La dermatitis atópica representa un problema de salud pública considerable. Según los datos epidemiológicos presentados, "la prevalencia global de la dermatitis atópica es de 2% y el tamaño de la población afectada con dermatitis atópica a nivel global se estima que es de 204.05 millones de personas.

     De estos, 101.27 millones son adultos y 102.78 millones de niños están afectados por la dermatitis atópica a nivel global", explicó la Dra. Nicole Sosa, alergista participante del evento.

    En Estados Unidos, las cifras son igualmente preocupantes, donde "la dermatitis atópica es la condición crónica de la piel más común en niños. Afecta un 13% de los niños y un 7% de los adultos", según detalló la especialista durante su intervención en el evento cubierto exclusivamente por la revista Medicina y Salud Pública.

    Importancia del diagnóstico temprano

    Un aspecto fundamental que destacó la Dra. Sosa es la importancia del diagnóstico temprano. "El 50% de los casos diagnosticados antes del primer año de edad y ya el 90% de los casos habiendo recibido un diagnóstico antes de los cinco años", señaló.

    Aunque también aclaró que "esta condición puede desarrollarse en cualquier etapa de la vida, un 25% de los adultos que sufren de dermatitis atópica reportan haber recibido el diagnóstico de dermatitis atópica ya en etapas de la adultez".

    Marcha atópica: Conexión con otras condiciones alérgicas

    La Dra. Sosa introdujo un concepto fundamental para comprender la complejidad de la dermatitis atópica: la marcha atópica. "Es un concepto descrito para entender que la dermatitis atópica podría estar relacionada con otras condiciones tal como lo son la alergia a alimentos, el asma, la rinitis", explicó la especialista.

    Sin embargo, aclaró que esta progresión no es inevitable: "No todos los pacientes que desarrollan dermatitis atópica durante la infancia necesariamente van a desarrollar este conglomerado de condiciones alérgicas o atópicas. Sin embargo, sí se ha visto que los pacientes con dermatitis atópica tienen un mayor riesgo de desarrollar alguna de ellas".

    Los datos son reveladores respecto a la frecuencia de esta progresión. "En los estudios que se han hecho, solamente un 3% de los pacientes que debutan con dermatitis atópica en la niñez van a completar lo que sería la marcha atópica, pero sí se ha visto que podría haber más tarde desarrollo de asma o de alergia a alimentos, entre otros", detalló la experta.

    La especialista explicó que "este defecto a nivel de la barrera de la piel en los pacientes con dermatitis atópica aumenta el riesgo de sensibilización a distintos alérgenos ambientales o en algunos casos alérgenos también de alimentos".

    Desmintiendo mitos sobre las alergias alimentarias

    Uno de los puntos más importantes abordados por la especialista fue la relación entre la dermatitis atópica y las alergias alimentarias, un tema que genera gran confusión entre pacientes y familias.

    "Una pregunta frecuente, una preocupación frecuente que lleva a los pacientes con dermatitis atópica al consultorio de un alergista inmunólogo es si los alimentos podrían estar causando su dermatitis atópica. Y la respuesta a eso es que la raíz de la dermatitis atópica no son los alimentos, no son alergias específicas a alimentos", aclaró categóricamente la Dra. Sosa.

    La experta enfatizó que realizar pruebas de alergia alimentaria de manera indiscriminada puede ser contraproducente: "Se ha estudiado que cerca de un 20 o un 30% de los pacientes que tienen pruebas positivas a alimentos solamente cerca de un 7% de ellos en realidad tienen alergias a alimentos".

    Los verdaderos desencadenantes ambientales

    En contraste con los mitos sobre los alimentos, la Dra. Sosa explicó el papel real de los alérgenos ambientales. "La barrera de la piel está afectada, así que es mucho más permeable a distintos alérgenos ambientales, ya sean de tipo, los ácaros son los más estudiados, que tienen un rol importante en la inflamación que se ve en los pacientes con dermatitis atópica", señaló.

    La especialista también mencionó otros factores ambientales relevantes: "También lo que sería la caspa de las mascotas, y distintos pólenes podrían también tener un rol inflamatorio a nivel de la piel en pacientes que desarrollen sensibilización a estos".

    La complejidad del diagnóstico clínico

    La dermatitis atópica, según explicó la especialista, "es una condición inflamatoria crónica de la piel que se caracteriza por defectos a nivel genético y ambiental que inciden en que haya una disrupción a nivel de la barrera de la piel".

    El diagnóstico se basa principalmente en la evaluación clínica. "Es un diagnóstico clínico. Básicamente va a estar primordialmente guiado por el historial del paciente, nos van a narrar estos episodios constantes de picor, asociados con esas lesiones eczematosas en un patrón específico y con una apariencia específica", detalló la Dra. Sosa.

    El ciclo vicioso del picor y rascado

    Una característica distintiva de la dermatitis atópica es lo que los especialistas denominan el ciclo de picor y rascado. La Dra. Sosa explicó que existe "una barrera cutánea que está dañada, facilitando la entrada de distintos alérgenos, irritantes, bacterias que inflaman la piel y llevan al desarrollo de enrojecimiento", lo que perpetúa la necesidad de rascarse y empeora la condición.

    Para el manejo adecuado de la condición, la especialista recomendó "baños cortos que no duren más de 10 minutos, mínimamente una vez al día". Sumado a eso, aconsejó aplicar medicamentos tópicos "primero sobre la piel afectada, rapidito luego del baño, luego de que nos secamos de manera ligera, debemos aplicar una humedad, una acumulación de crema".

    Finalmente, la Dra. Sosa fue clara respecto al pronóstico: "Sabemos que la dermatitis atópica es una condición que no tiene cura. Sin embargo, existen un sinnúmero de medicamentos que nos pueden ayudar entonces a mejorar y a controlar la condición".




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