Análisis de la Alianza de Autismo de Puerto Rico revela un incremento del autismo en la Isla

En los últimos diez años, el porcentaje de estudiantes con autismo registrados en el Programa de Educación Especial de Puerto Rico aumentó en un 120 %.

Luisa Ochoa

    Análisis de la Alianza de Autismo de Puerto Rico revela un incremento del autismo en la Isla

    Debido a que no existe data suficiente de la población puertorriqueña que padece el trastorno del espectro autista, la Alianza de Autismo de Puerto Rico analizó el “Child Count”, es decir, las estadísticas de las matrículas registradas en el Programa de Educación Especial de Puerto Rico, del Departamento de Educación, de los últimos diez años.

    El análisis se realizó comprendiendo los periodos de 2012-2013 hasta 2021-2022 y los hallazgos principales identificados por la organización fueron que:

    Pese a que la matrícula de Educación Especial se redujo un 31 % en los pasados diez años, los estudiantes registrados con autismo aumentaron en un 120 %, es decir, este trastorno fue el impedimento con mayor crecimiento porcentual durante ese periodo de tiempo en Puerto Rico.

    Asimismo, la Alianza refiere que el autismo representaba el 2.64 % (3,434/130,212) del total de la matrícula servida del año escolar 2012-2013, mientras que en el año escolar 2021-2022 el autismo representó 8.46 % de la matrícula servida (7,575/89,491).

    También la matrícula de los estudiantes en edad preescolar aumentó en un 142 % y el porcentaje de las matrículas de estudiantes entre 6 a 21 años fue de un 117 %.

    Sobre los hallazgos, Janet Lasanta, presidenta de la Alianza de Autismo de Puerto Rico, enfatizó en un comunicado de prensa la necesidad de atender a la población con trastorno del espectro autista en la Isla.

    “Exhortamos al Gobierno de Puerto Rico a ser proactivo ante la realidad del crecimiento exponencial del autismo en P.R., el cual sigue las tendencias de EE. UU. Urge mejorar y ampliar los servicios a la población con autismo en nuestra Isla, infantes, estudiantes y adultos, y sus familias, y cumplir con las leyes federales y estatales, incluyendo la Ley BIDA (#220 del 2012) la cual está básicamente olvidada”.

    Además, añadió que, “esto aplica a todas las agencias que tienen responsabilidad sobre la población con autismo: Salud, Educación, Familia, Vivienda, Trabajo, Recreación y Deportes. También es importante incluir a las universidades y colegios universitarios para promover la preparación de más profesionales especializados para trabajar con esta población, y al gobierno a facilitar el licenciamiento de profesionales relacionados con la terapia conductual para que los planes médicos puedan cubrir estas terapias”.

    Por su parte, Joyce Dávila, directora ejecutiva de la Alianza de Autismo de Puerto Rico, comentó que “es muy importante que se incluya a los maestros y asistentes especializados en autismo en el estipendio para el reclutamiento y la retención de empleados de difícil reclutamiento en el Programa de Educación Especial del Departamento de Educación”.

    Para la directora ejecutiva, “cada día más escasean los maestros certificados para educar a personas con autismo, al grado que están nombrando maestros no certificados en autismo a salones de estudiantes con autismo, y esta sería una manera adicional de retenerlos e incentivarlos”.

    Además de eso, la organización indicó que las estadísticas de Puerto Rico son un reflejo de las de Estados Unidos, ya que el estudio más reciente, del 2020, indica que 1 de cada 30 niños tiene autismo, representando un aumento del 52 % en solo 4 años, lo que equivale a un 3.49 % de la población. 

    Sin embargo, cuatro décadas atrás, el autismo era poco conocido y se entendía como un desorden raro. En el año 1982 afectaba 1 de cada 2,500 bebés.

    Para más información de autismo puede acudir a www.alianzaautismo.org y en Facebook en la página ALIANZA DE AUTISMO DE PUERTO RICO y el grupo de apoyo Alianza de Autismo de PR – Grupo de Apoyo Mundial.

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