En Francia a los niños se les enseña a ser independientes y respetuosos y a adaptarse al mundo de los adultos desde temprana edad.
'¿Por qué son superiores los padres franceses?' es la pregunta principal de la periodista estadounidense Pamela Druckerman en un artículo publicado en The Wall Street Journal, cuya respuesta es una verdadera cátedra de educación.
En el libro llamado Bringing up bébé: One American Mother Discovers the Wisdom of French Parenting ("Criando a un bebé: una madre americana descubre la sabiduría de los padres franceses") de la misma periodista, se describe la enorme brecha que existe entre los modelos de educación utilizados en otros países, al utilizado en Francia.
Uno de los principales factores negativos que tenemos como latinos, es que nuestra cultura extrema las medidas de sobreprotección y no es para menos si tenemos en cuenta la percepción de seguridad en la mayoría de países de Latinoamérica. Sin embargo, más allá de eso, las madres latinas evitamos que los niños se frustren o sufran. Y claramente que más que querer hacerles un mal, lo hacemos con la mejor de las intenciones porque queremos lo mejor para ellos.
En Francia, esta ideología es completamente contaria. Allí se promueve la independencia y el respeto desde que los niños son muy pequeños.
La adaptación
La llegada de un bebé por supuesto que es motivo de muchos cambios en el hogar, las costumbres, las personas y los hábitos. Sin embargo, para los franceses la adaptación debe ser proceso del niño, y no de los adultos; es decir, dan a entender que los padres no están al servicio de los hijos y se muestran como firmes figuras de autoridad.
Se les acostumbra, también, a dormir solos desde niños, en su propio dormitorio. Si por la razón que fuese, el niño se levanta llorando en mitad de la noche, los padres siempre esperan unos instantes hasta que el niño se calme para revisar qué fue lo que sucedió. De esta manera el proceso de adaptación para dormir solos se hace más fácil.
La libertad en los métodos de crianza de los franceses
Los niños siempre tienen la libertad cuya capacidad puede asimilar. Pocos son los padres que intervienen en conflictos infantiles o que se involucran en juegos de parque. Esto no lo evitan porque no haya amor o interés, lo hacen con la idea de que los niños puedan ser autosuficientes y puedan aprender a defenderse por sí mismos.
Ahora bien, uno de los puntos importantes es la corrección de los errores que cometen los niños. Tanto si son errores graves, como si se trata de travesuras inocentes, reciben una reprimenda verbal o física.
El rol de los abuelos en la crianza
En América Latina, los abuelos tienen un papel muy importante en el modelo de crianza, llegando a ser, en algunos casos, los encargados de instruir el comportamiento de los niños. Sin embargo, en Francia el rol de los adultos mayores no es tan notorio. De hecho para nada es común ver abuelos paseando con sus nietos por las calles, por el contrario delegan netamente la crianza de los niños en sus hijos.
Las horas de comida
No hay tiempos para negativas o llanto a la hora de comer. No hay platos especiales y tampoco hay golosinas fuera de la hora establecida. Desde muy niños se les enseña el comportamiento en la mesa y comen lo mismo que los adultos. Las verduras y todos los alimentos se comen porque no hay de otra; tienen buen sabor y contienen vitaminas, más nada.
Buen comportamiento en sociedad
"Por favor", "gracias", "buenos días", "buenas tardes", "buenas noches" son las bases de la educación y la adquisición de modales en los más pequeños. Es común que los niños desde muy pequeños cedan un asiento a un adulto mayor, saluden a los adultos, den las gracias, pidan favores, etc., porque es su modelo de educación. Es más, casi no se presentan berrinches o rabietas en espacios públicos, no porque tengan que cuidar una imagen, sino porque los padres no dejan espacio para que se presenten.
Se maneja un alto nivel de exigencia, en la medida en que el niño tiene libertad para desarrollar su personalidad.
El desapego
La licencia de maternidad en Francia es mucho más breve, pues finaliza antes de la décima semana después del parto. Luego de este tiempo, el niño es llevado a la guardería para que poco a poco puedan afianzar algunas habilidades sociales y no sean dependientes 100% de los padres.
Los niños y el dinero
A partir de los 7 años de edad, los niños reciben una pequeña mesada para que de esta manera puedan aprender a administrarlo e inicien una sana relación con el dinero. A través de este método crean conciencia sobre lo que realmente es urgente, necesario, importante o un capricho.
Para nuestra cultura, estas estrategias pueden ser consideradas bastante frías y quizás es por ello que muchos tengan ese estigma sobre la cultura francesa. Sin embargo, son técnicas muy efectivas para la crianza.
«Los niños son alegres, habladores y curiosos. Los papás son cariñosos y atentos, pero a diferencia de nosotros no viven en pánico buscando el bien estar constante de sus hijos.» señala Druckerman.