Una de las consultas más frecuentes para los especialistas pediátricos, es la de los constantes rasguños de los bebés en el cuerpo, especialmente en la cara.
Ante las inquietudes de las madres por los rasguños de los bebés en el cuerpo, los expertos han afirmado que lejos de ser una conducta anormal, se trata de un comportamiento más bien común y frecuente, pues los bebés, y los recién nacidos aún más, tienden a tener las uñas largas, delgadas y con puntas muy pronunciadas, de modo que es probable que con algún movimiento de los brazos al jugar o al dormir termine por hacerse pequeños cortes en la piel que en ocasiones pueden parecer heridas más profundas de lo que en realidad son.
Algunos padres optan por vestir los brazos de los bebés con brazos o con mitones para evitar este tipo de lesiones, o algún tipo de prenda que ya incluya una prolongación en las mangas. Sin embargo, debes tener en cuenta que estas alternativas suelen ser bastante incómodas para el pequeño: puede provocar más transpiración, picazón e incluso puede favorecer la aparición de hongos por la falta de aire en la piel de esta zona.
Ahora bien, tampoco se ha descartado la idea de cortar las uñas del pequeño de forma delicada para que no se lastimen, y si está en tus planes hacerlo, es importante que tengas la supervisión de un experto, como el pediatra, ya que un mal corte o hacerlo de una manera inadecuada puede abrir una herida, provocar o una infección o simplemente dejar las uñas más filosas.
¿Cómo curar los cortes y las heridas en la piel de mi bebé?
Es importante que dentro de la lista de productos de aseo añadas jabón neutro, de esta manera puedes estar limpiando las heridas que el pequeño se haga en el cuerpo con este utensilio y agua tibia.
Aún así, este comportamiento no es nada malo ni grave. Un bebé y sobre todo un recién nacido tiene las uñas demasiado delgadas y filosas, por lo que es normal que, mientras duerme o con algún movimiento, termine rasguñándose la cara.
Si a eso se le suma el hecho de que la piel de los pequeños es muy sensible y delicada, es comprensible que deje marcas más profundas de lo que podría parecer un ‘accidente’, aun así siguen siendo marcas superficiales que con el tiempo no se notarán más.