En ocasiones notarás que produces demasiada leche materna, especialmente durante las primeras semanas de lactancia.
Para las madres primerizas, una de las preocupaciones o de las inquietudes constantes es sobre si podrán producir la leche suficiente para amamantar al bebé mientras inicia la alimentación complementaria, sin embargo, hay otras inquietudes que se van incluso al extremo: ¿Qué sucede cuando la producción de leche materna es excesiva?
A pesar de no ser tan común, esta anomalía aún así se presenta aumentando el riesgo de mastitis, incomodidad y pérdida de leche en las mujeres que lo padecen. La buena noticia, es que hay diferentes estrategias que se pueden llevar a cabo para controlar la alta producción de leche.
¿Cómo sé si estoy produciendo más leche de la que debería?
En la mayoría de los casos, las mujeres suelen sentir incómodas congestiones o tensiones en el pecho, y constantemente sienten y perciben los pechos llenos incluso después de las tomas.
Es cierto que, en las primeras semanas los bebés no sean capaces de poder vaciar el pecho por completo y se presenten constantes pérdidas de leche y son normales. Sin embargo, cuando la situación no mejora a medida que crece, probablemente se trate de una producción excesiva de leche materna.
¿Por qué se presenta la hiperlactancia?
La hiperlactancia o el suministro excesivo de leche materna puede derivarse de diferentes causas, entre las que se encuentran:
¿Cómo controlar la producción excesiva de leche?
Las estrategias que más recomiendan los expertos, es la del efecto pinza sobre el pecho durante el amamantamiento, ofrecer más tomas frecuentes y permitir que el niño pare cuantas veces considere necesario durante la toma.