Cumplir con una serie de rutinas a la hora de dormir, ayudará a que tus hijos vayan a la cama sin mayor problema.
Iniciar con una rutina y buenos hábitos para dormir a una edad temprana es indispensable, es decir, cuando tu bebé esté dejando la leche materna y el biberón es importante reemplazar la lactancia por nuevos hábitos que predispongan al niño a la hora de dormir. Entre las rutinas puedes incluir:
El baño es una forma de relajación y ayuda separar las actividades de alimentación con el momento del sueño. De esta manera, luego de la cena el tendrá la necesidad de cumplir su rutina de baño y así recibirá el mensaje o señal de ir a dormir.
Asear la dentadura o encías de tus hijos, luego de la cena o momentos antes de irse a dormir, hará que esto sea lo último que pase por la boca del niño. Cuando tu hijo aún es un bebe, luego de limpiar sus encías, también puedes utilizar un chupete limpio para ayudarlos a conciliar el sueño. Este hábito además de ayudarlos a la hora del sueño también aportará en el cuidado de la salud dental.
La lectura de libros es la señal perfecta de que la hora de dormir está cerca. Este es un hábito que una vez se toma es muy difícil dejarlo ir, se mantiene a través del tiempo.
La mejor forma de ayudar a dormir a los niños no es obligándolos. Lo más adecuado es fijar horarios para preparar la cama e irse a dormir.
Establecer este tipo de rutinas ayudará al niño a ir a la cama de forma independiente, sin necesidad de un apoyo adicional.