El principal motivo de consulta se presenta cuando los ganglios miden más de un centímetro, aunque es común que en niños menores de 10 años los nódulos alcancen un tamaño de hasta 2 centímetros.
La inflamación de los ganglios linfáticos se conocen clínicamente como linfadenopatías, y pueden ser consecuencia de inflamaciones agudas, crónicas o células madre malignas. Los ganglios son los encargados de filtrar los antígenos y reaccionar contra ellos. Por esta reacción, los ganglios aumentan su tamaño.
El principal motivo de consulta se presenta cuando los ganglios miden más de un centímetro, aunque es común que en niños menores de 10 años los nódulos alcancen un tamaño de hasta 2 centímetros. Esto depende directamente de diversos factores como la edad del niño y en la localización del ganglio.
Generalmente, este aumento se relaciona con infecciones virales que no requieren de tratamientos médicos. Sin embargo, es importante que tengas en cuenta los siguientes factores que sí requieren una consulta médica de inmediato.
Las características del nódulo deben ser evaluadas por el especialista para realizar una examinación ardua. Cuando los ganglios aparecen en ambos lados del cuello, con malestar general y deficiencias respiratorias, generalmente se relacionan con infecciones del tracto respiratorio comunes en niños.
El manejo de los ganglios linfáticos inflamados, depende directamente de la etiología, es decir, las causas del por qué aparecen. La mayoría de las veces, son benignas y no requieren de un tratamiento específico. En otras ocasiones, se requieren antibióticos, biopsia y estudios complementarios dependiendo de las características del nódulo.