La Fundación A-mar lleva más de 15 años ofreciendo atención médica y acompañamiento emocional, un aspecto clave en la recuperación de los niños quemados.
Las quemaduras son un problema de salud pública a nivel mundial que cobra alrededor de 180 000 vidas al año. En épocas festivas como navidad y año nuevo los riesgos de sufrir quemaduras incrementan exponencialmente.
En una entrevista exclusiva de la revista Medicina y Salud Pública con Bonnie Gúzman, directora ejecutiva de la fundación A-mar de niños quemados y Jailenne Adorno, trabajadora social clínica, revelaron el compromiso de la organización con la prevención, el tratamiento y la rehabilitación de los niños afectados por quemaduras graves.
Bonnie Gúzman, quien fundó la organización tras vivir una tragedia familiar, recordó con emoción cómo la experiencia de su hija pequeña, quien sufrió graves quemaduras a los cinco años, la inspiró a crear la Fundación A-mar.
"Mi niña pequeña sufrió quemaduras a los cinco años y me motivó el espíritu de resiliencia que ella tenía. Estaba en intensivo y, a los tres días, me pidió dibujar algo. El dibujo que ella hizo mostraba a niños con caritas alegres, sabiendo que ella esperaba otra desbridación de piel. No podía entender lo que me decía, pero simplemente dije: ´Esto es gratitud´, y ese mensaje me marcó profundamente: que ella estaba viva y eso era lo más importante", expresó Bonnie.
Este momento fue el punto de partida para la creación de la Fundación, que hoy en día es un referente en el tratamiento y apoyo a niños quemados en Puerto Rico y el Caribe.
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15 años de lucha contra las quemaduras infantiles
"Llevamos una trayectoria de más de 15 años previniendo, apoyando a los pacientes en todas sus etapas de recuperación y rehabilitación y pues, básicamente eso ha sido nuestra misión", afirmó Bonnie.
Sin embargo, la Fundación enfrenta desafíos, siendo el económico uno de los más grandes. "Los mayores retos son en la parte económica, es tener que estar pendiente todo el tiempo de tener los fondos suficientes porque uno va extendiendo sus programas, y esa es la meta: no quedarse pequeña", destacó Bonnie.
Las secuelas de las quemaduras no solo son físicas, sino también emocionales. Bonnie explicó que, además de las cicatrices visibles, las quemaduras dejan una huella psicológica significativa en los niños y sus familias.
"Al quemarse, el primer reto es el miedo, la soledad, luego uno va aprendiendo todo lo que va a conllevar ese cambio drástico en la vida del paciente y el núcleo familiar. Si la quemadura es severa, de tercer grado, deja cicatrices hipertróficas, de queloide, y de contracturas." explica.
"Más allá de ser una cicatriz física que impide la inmovilidad, también son una cicatriz emocional, donde la autoestima del niño y de la familia se ven afectadas", señala Bonnie.
Existen tres tipos principales de cicatrices asociadas a las quemaduras graves:
Queloides: Proliferación excesiva de tejido cicatricial que crece más allá de los bordes de la herida.
Hipertróficas: Cicatrices gruesas y elevadas, pero que permanecen confinadas dentro de los bordes de la herida.
El apoyo emocional y psicológico es un pilar en el tratamiento que ofrece la Fundación A-mar. Jailenne Adorno, trabajadora social clínica, explicó cómo la Fundación trabaja para ofrecer un acompañamiento integral a las familias.
"Nosotros comenzamos yendo a la clínica y hacemos un análisis de ese paciente. Lo primero que hacemos es mostrarles el acompañamiento que vamos a tener en todo el proceso, porque hay mucho desconocimiento de qué va a pasar."
Sumado a esto, la trabajadora social afirma que el apoyo, no solo es en el área médica, "ofrecemos ropa de compresión, cremas y demás. El apoyo solidario que damos es vital, porque en ese desconocimiento, en esa incertidumbre, el refugiarte en buscar a un aliado en ese proceso, nos permite hacerlo", explicó Jailenne.
La Fundación también se enfoca en la prevención, especialmente durante la temporada navideña, cuando los riesgos de accidentes aumentan.
Bonnie destacó la importancia de estar alerta a los peligros comunes en los hogares durante las fiestas. "En época navideña nos concentramos bastante porque incrementan todos los riesgos y peligros en el hogar, principalmente las velas.
Algunas de sus recomendaciones fueron:
No dejar las velas al alcance de los niños.
Verificar que las extensiones eléctricas no estén dañadas.
No acostarse dejando las luces prendidas.
Evitar dejar a los niños o adolescentes solos mientras se cocina.
Estar atentos para prevenir accidentes, como el derrame de calderos de agua o incendios.
"Los peligros están latentes durante todo el año, pero aumentan durante la época festiva", advirtió Bonnie.
Bonnie y Jailenne también alertaron sobre los peligros de la pirotecnia. " Tenemos que tener en mente que no solo el que maneja la pirotecnia puede verse afectado, sino también los niños que estén cerca. Nosotros tenemos niños aquí que solo estaban viendo las luces y las cosas salieron accidentadas", relató Jailenne.
Bonnie agregó una advertencia sobre el uso de productos aparentemente inofensivos como las estrellitas o también conocidas, mariposas, un tipo de pirotecnia que se cree son inofensivas pueden causar más daño de lo que uno se imagina.
"Las estrellitas alcanzan temperaturas de hasta 1800 o 2000 grados Fahrenheit. Imaginen lo que eso puede causar en la piel de un niño. No es un juego, y no es un juguete. Hay muchas otras formas de celebrar la Navidad, pero la prioridad es tener un hogar seguro y proteger a tus niños. La prevención es parte de la protección", concluyó Bonnie.
¿Qué hacer en caso de quemaduras?
Bonnie y Jailenne también compartieron las recomendaciones esenciales para actuar en caso de una quemadura:
Apagar las llamas: Cubrir a la persona con una manta o toalla para apagar el fuego.
Retirar objetos: Quitar joyas o anillos de las zonas afectadas, con cuidado.
No retirar la ropa adherida: Solo hacerlo en caso de contacto con productos químicos o líquidos hirvientes.
No aplicar cremas ni medicamentos: Evitar el uso de sustancias caseras como crema dental o mantequilla.
Trasladar a la víctima rápidamente a un centro especializado.
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