¿Alguna vez ha visto a un bebé con ampollas de succión? Son muy comunes, pero no significa que sean normales. Aunque el callo del lactante no presenta ningún problema ni amenaza para la salud del bebé, son un signo revelador de problemas de agarre.
Las ampollas de succión son una afección común pero no normal. No significan una amenaza para la salud del bebé pero sí puede estar relacionado con problemas de agarre al alimentarse.
Las ampollas o los callos suelen aparecer a los pocos días de nacer, y generalmente se ubican en el labio superior y se debe a un esfuerzo mayor por succionar cuando no agarra el pecho correctamente. En casos así, es importante que puedas asistir a consulta con el niño tan pronto como sea posible porque puede que no se esté alimentando bien.
El callo puede aparecer también cuando los bebés toman leche de biberón, y en este caso el problema ya no es de la succión sino del chupete del frasco. Para este momento, después de la lactancia, los labios de los bebés ya están preparados para alimentarse pero no siempre se adaptan de la manera correcta a las tetinas.
Reconoce el callo de succión en tu bebé
Evita quitarlo o arrancarlo por más suelto que parezca estar, porque puedes causarle daño al niño. Por sí mismo, el pellejito se caerá y probablemente se forme otro hasta que la piel del labio se acostumbre al roce. Generalmente, en los niños donde se ha evidenciado este tipo de ampollas, dejan de presentarse antes del cuarto mes de vida.
Es cuestión de tiempo para esperar que desaparezca, pero no debes descuidarte.