Dichos dispositivos podrían permitir que pacientes con parálisis severa, se comuniquen nuevamente.
En las últimas horas, Neuralink dio a conocer que recibió ‘luz verde’ para iniciar las pruebas clínicas de sus implantes cerebrales en humanos, por parte de la FDA. La firma neurotecnológica, cofundada por Elon Musk, afirmó que este es el primer paso que permitirá que su tecnología “ayude a mucha gente”.
El dispositivo, según explica la Cnbc, busca “ayudar a los pacientes con parálisis severa a controlar tecnologías externas utilizando solo señales neuronales”, por lo que sería posible que pacientes con parálisis cerebral producto de enfermedades graves, puedan comunicarse de nuevo “moviendo los cursores y escribiendo con la mente".
De hecho, el mismo Elon Musk confirmó para Reuters que a través de los implantes cerebrales se podrían curar una variedad de condiciones médicas como la obesidad, el autismo, la depresión o la esquizofrenia. También permitirían la navegación web y la telepatía.
Resultados de las pruebas realizadas en animales
Durante una presentación, en 2020, Musk afirmó que los chips, además de ser prometedores para casos de parálisis, también podrían ayudar al insomnio. Incluso, señaló que podrían dar a los usuarios una visión “superhumana”. En ese momento mostraban uno de sus primeros implantes, en un cerdo.
Sin embargo, para 2021, Neuralink presentaba los resultados de sus implantes en un mono que controlaba los mandos de un videojuego de Pong solo con la mirada gracias a un par de semiconductores del tamaño de una moneda de 25 centavos que le habían sido implantados en ambos hemisferios cerebrales.
Luz verde tras varias negativas
Musk había presumido al menos en tres ocasiones, desde 2019, que buscaba la aprobación de la FDA para hacer pruebas clínicas en humanos. Pero fue hasta 2022 que los encargados de la compañía comenzaron el proceso legal ante el regulador.
De acuerdo con la agencia Reuters, esta primera petición fue rechazada por las autoridades de la FDA poco después de ser presentada, pues se dudaba de la seguridad de la batería que utiliza el semiconductor, compuesta de litio.
Preocupaba que los pequeños cables que salen del cerebro pudieran ser invasivos en otras áreas del cráneo.
Finalmente, los encargados del proceso también hicieron preguntas sobre las implicaciones que tiene quitar el chip y si este proceso podría dañar tejidos cerebrales.
Tras conocerse esto, un reportaje de la agencia británica citaba a expertos que ponían en duda de que Neuralink pudiera corregir rápidamente los puntos que preocuparon al organismo gubernamental, que tuvo la última palabra en el 85% de los procedimientos en humanos hechos en los últimos tres años. “Neuralink no parece tener la experiencia y la mentalidad necesaria para lanzar pronto al mercado esto”, dijo un ingeniero neuronal.
Competencia por el desarrollo de herramientas tecnológicas
Ahora bien, esta no es la única compañía que adelanta la solicitud de pruebas clínicas de sus dispositivos tecnológicos en humanos. De hecho, Paradomics, uno de sus principales rivales también busca que se le dé luz verde al testeo en personas de su producto, Connexus Direct Data, que promete a los pacientes con parálisis recuperar algunas habilidades para comunicarse.
El prometedor perfil de su tecnología hizo que la FDA la incluya en su selecto programa de aparatos de vanguardia, donde 32 iniciativas reciben un proceso de revisión más rápido, ya que podrían beneficiar a pacientes en sus tratamientos y diagnósticos.
Otra de las compañías que luchan en la incipiente industria de los implantes cerebrales es Synchron. Las empresas tienen algunas diferencias en el tamaño, peso y funcionamiento de sus semiconductores y en los métodos quirúrgicos para fijarlos. Pero todos ven con optimismo el futuro y los beneficios que pueden traer para millones de personas.