La interconexión entre genes difiere entre personas sanas y las que padecen patologías como Alzheimer o autismo, entre otras.
Es irrefutable que la música estimula todo el cuerpo pero la pregunta acerca de la reacción en nuestra expresión genética frente a un estímulo externo disfrutable se plantea en una nueva investigación que busca determinar si hay bases moleculares que sustenten este sentimiento en los pacientes con un tipo de demencia.
Los primeros resultados ya confirman que se producen cambios en la expresión genética y que de hecho, es diferente en los pacientes de Alzheimer.
¿En qué consiste la investigación?
El Grupo de Investigación en Sensogenómica del Instituto de Investigación Sanitaria de Santiago de Compostela (IDIS).
Ha denominado este estudio, como ‘Sensogenomics’ y busca analizar los efectos que provoca el estímulo musical en los patrones de expresión génica y si son diferentes entre personas sanas y pacientes de alguna enfermedad; hasta el momento la experiencia clínica ha observado algunos beneficios, como el Alzheimer o los trastornos dentro del espectro autista.
"No pretendemos descubrir que la música emociona, es obvio, sino cuáles son las bases moleculares que se activan, si esas rutas genéticas son las mismas en personas sanas y enfermas, y tratar de saber si se pueden manipular terapéuticamente bien con estímulos musicales o incluso farmacológicamente", explica Federico Martinón Torres, investigador principal del Grupo GenVip y jefe del Servicio de Pediatría del Complejo Hospitalario Universitario de Santiago de Compostela (CHUS).
Una investigación multidisciplinar
Martinón es uno de los líderes del proyecto junto a Antonio Salas Ellacuriaga, investigador principal de Genética en Biomedicina (GenPoB) y del GenVip y catedrático de Medicina de la Universidad de Santiago (USC); Laura Navarro Ramón, coordinadora del proyecto, musicóloga y doctora en Educación Musical; Belén Mosquera Pérez y Carmen Rodríguez Tenreiro, coordinadoras de Gestión y Ensayos Clínicos y Bioética, respectivamente.
Muestras tomadas durante un concierto
El 'modus operandi' es el mayor experimento realizado hasta el momento para comprobar cómo la música influye en la respuesta genética. Los investigadores organizaron el 14 de junio de este año una prueba piloto, que consistió en un concierto en el Auditorio de Galicia (en la capital gallega), al que asistieron los usuarios de la asociación Adega diagnosticados de Alzheimer y sus acompañantes.
Durante el concierto, a cargo del sexteto de música Sanarte y cuyo repertorio fue secreto, se recogieron muestras biológicas de sangre capilar y saliva a más de 110 donantes antes y después de la audición.
La implicación del ARN mensajero
GenVip ha publicado en los últimos años varios estudios sobre las causas y bases genéticas de las infecciones pediátricas, facilitando nuevos abordajes diagnósticos, estrategias terapéuticas y de prevención más personalizadas. En Sensogenomics trasladan esta tecnología basada en el análisis del ARN mensajero a un contexto distinto.
"De este concierto piloto hemos hecho la secuenciación de una selección de muestras que estaban en mejores condiciones porque la financiación es limitada, y a lo largo de estos tres meses conseguimos hacer el análisis de todo el transcriptoma en un tiempo récord", comenta Antonio Salas.
Ampliación del estudio
El equipo está realizando el estudio de diez veces más muestras que las que se han revisado en los escasos estudios previos y está midiendo aproximadamente 30.000 moléculas de ARN, relacionadas con la expresión de todos los genes que existen en nuestro ADN.
Queda recorrido por delante, pero los investigadores ya han adelantado las primeras conclusiones, que apuntan diferencias entre los enfermos de Alzheimer y las personas sanas, tal y como significa Salas: "Estamos detectando diferencias en los patrones de expresión génica entre el momento anterior al estímulo musical y del después"
El experto indica que también se ha detectado que las señales no son iguales en el grupo de pacientes y el grupo de acompañantes, existen genes que responden en la misma dirección y otros que responden en dirección opuesta". Asimismo, se producen cambios a nivel molecular diferentes entre quienes ejecutan una pieza musical y quienes la escuchan.
Genes musicales
En un estudio paralelo, que consiste en un metaanálisis de datos masivos recopilados de la literatura, el grupo ha identificado más de 300 genes relacionados con la música, de los que más de 100 son genes que se expresan de manera diferencial en pacientes con este tipo de demencia, particularmente cuando se estudia el transcriptoma (la manera en que se expresan los 20.000 genes de nuestro genoma) y el epigenoma (modificaciones funcionales en la secuencia de letras del ADN) de estos pacientes.
"Se sabe que todos tenemos un genoma y que hay 300 teclas de ese piano relacionadas con la música, pero eso es estático. Lo interesante es ver cómo suena ese piano, la melodía, cómo se interconectan estos genes entre ellos en las personas sanas y en las que sufren una enfermedad en la que parece que la música tiene un papel especial", aclara Federico Martinón.
Memoria musical en los pacientes con Alzheimer
La clínica ha revelado que en los pacientes con Alzheimer la memoria musical se preserva más tiempo y que las personas con alguno de los trastornos autistas suelen poseer una sensibilidad especial para la música.
Los investigadores pretenden ampliar estos primeros datos con las muestras que se obtendrán en el próximo concierto experimental Sensogenoma22, que se celebrará el día 30 de septiembre en el Auditorio de Galicia y con una amplia muestra de población general, 1.200 asistentes. La Real Filharmónica de Galicia interpretará un repertorio que también será sorpresa para evitar que los asistentes acudan condicionados.
Antes del evento y al finalizar, se hará una recogida de muestras biológicas, saliva y una gota de sangre a través de un pequeño pinchazo en el dedo. De nuevo, el objetivo es medir la respuesta de los genes en dos puntos temporales y la respuesta que han tenido al estímulo musical.
Los resultados que han avanzado los investigadores sobre el primer concierto piloto se completarán y se publicarán a finales de este año o principios del próximo. Para culminar el estudio de las muestras de los otros dos conciertos el grupo precisa de más financiación. "De momento contamos con financiación para ponerlo en marcha y recoger las muestras", apunta Martinón
Fuente consultada aquí.