Con el nuevo acuerdo, médicos residentes de la isla podrán operar en dos hospitales privados en Cayey y Manatí y en el Centro Médico de Río Piedras.
El nuevo programa de Neurocirugía del Recinto de Ciencias Médicas de la Universidad de Puerto Rico, comienza en cero el próximo primero de julio con un solo residente del programa tras haber perdido su acreditación en el 2022, reconoció la Rectora Doctora Myrna Quiñones.
La funcionaria anunció que, en siete años, el proyecto contará con igual número de residentes, pero destacó que se trata de un "gran logro alcanzado con esfuerzo y trabajo en equipo".
"Esta acreditación significa lo que es posible realizar en el Recinto cuando trabajamos juntos, y cuando tenemos el respaldo de toda una comunidad académica que va más allá de la Escuela de Medicina que incluye a los neurocirujanos del país", dijo la educadora en una entrevista con la Revista de Medicina y Salud Pública.
Quiñones, agradeció el respaldo del Departamento de Salud y el Gobierno de Puerto Rico y admitió que "la Isla hubiese perdido muchísimo si nos hubiésemos quedado sin acreditación". Admitió que no solo hubiese significado una perdida física, sino una derrota en la meta de tener una generación de especialistas formada en la isla.
"No íbamos a perder fondos federales, pero sí la oportunidad de brindar los servicios. No tenemos ningún residente, pero ahora tenemos la esperanza de que comience exitosamente un solo residente. Es uno nada más por la complejidad del proyecto", sostuvo.
La doctora recordó que la necesidad de neurocirujanos en la isla es significativa, debido a la presencia de numerosos pacientes de condiciones en la espalda e. infartos.
Con el nuevo acuerdo, médicos residentes de la isla podrán operar en dos hospitales privados en Cayey y Manatí y en el Centro Médico de Río Piedras.
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En la actualidad, el Recinto de Ciencias Médicas tiene unos 2.500 estudiantes que se preparan en diversas especialidades científicas y de salud. "Tenemos unos 500 programas de residencia dentro de los 37 proyectos que tenemos", reveló
Al momento, la Escuela de Medicina de la UPR está graduando unos 101 estudiantes cada año, lo que es considerablemente menor que el número de alumnos que se preparaban hace una década. "Cuando yo me gradué teníamos unos 150 graduandos", dijo Quiñones al reconocer que no están disponibles los talleres que antes estaban abiertos.
Cada estudiante que se gradúa asume deudas ascendentes a entre 140 mil a 100 mil dólares cuando termina sus estudios, revelo la prestigiosa educadora al destacar que los estudios son "muy costosos" y esto varía con la inflación.
"Hemos disminuido en facilidades y recursos disponibles para la preparación de los estudiantes de medicina", apuntó al tiempo que estableció que no ha mermado el interés de los jóvenes de la isla por la medicina.
"Unos 700 jóvenes solicitan admisión a nuestra escuela, pero de esos solo admitimos 150. Hay otras tres escuelas en la isla que admiten estudiantes y tenemos estudiantes en República Dominicana, Islas Vírgenes. Estados Unidos y México", apuntó.
Quiñones estableció que muchos de los estudiantes boricuas preparados en el exterior son excelentes, pero aclaró que los alumnos de la isla han mostrado evidencia de su superioridad en términos de su preparación.