El agotamiento físico y mental es común en la población médica, pero hay mayor prevalencia en ciertas especialidades. ¡Descubre cuáles!
Las extenuantes jornadas de trabajo se han normalizado entre la población médicas. Sin embargo, lo que no vale la pena romantizar es el Síndrome de Burnout que sufren los profesionales, cuyas repercusiones son tan graves que ya ha sido incluido en la más reciente versión de la Clasificación Internacional de Enfermedades por parte de la Organización Mundial de la Salud.
El Burnout en la población médica puede ser tan peligroso que, cuando un profesional lo desarrolla, la probabilidad de cometer errores con los pacientes aumenta.
Aunque el trabajo médico pueda ser muy satisfactorio, sobre todo al momento de poder ayudar a otra persona, no se pueden desestimar las consecuencias del trabajo excesivo.
Desde la etapa educativa los sacrificios comienzan a hacerse visibles con todo lo que se debe aprender, así que los desvelos son frecuentes. Posteriormente, esto se agudiza, pues las prácticas pueden llegar a las 36 horas en los hospitales.
De este modo, los jóvenes comienzan a desarrollar un estrés crónico y agotamiento físico y mental, catalogado como Síndrome de Burnout, llegando a dar un rendimiento por debajo de sus capacidades, lo cual impacta de forma negativa en la calidad de vida y demás actividades personales o profesionales.
Si el Síndrome de Burnout no es atendido a tiempo, la persona puede sufrir depresión e incluso cometer suicido. Es decir, se trata de un cuadro que no debe ser subestimado.
Pese a que todos los profesionales de la salud son susceptibles de sufrir de este síndrome, el sitio Medscape preparó una investigación titulada Physician Burnout & Depression Report 2022: Stress, Anxiety and Anger en la que se entrevistó a unos trece mil médicos, de 29 especialidades.
Los resultados demostraron que la medicina de urgencias es la más afectada, con un 60 % de especialistas que reconocen padecer el Síndrome de Burnout. Es posible que se deba a la cantidad de trabajo que se realiza en esta área, la presión y el tener la muerte tan cerca.
Los siguientes lugares son ocupados por Cuidados Intensivos y Ginecología y Obstetricia, con un 56 % y 53 %, respectivamente. Después, se ubica Infectología con un 51 % y Medicina Familiar con 51 %.
Lo más grave de esta situación es que este síndrome no solo termina por afectar a los médicos que lo sufren en primera persona, sino que, al estar ellos agotados, los errores con los pacientes son más factibles.
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