Así fue la 'Epidemia del baile' de 1518: ¡Bailar hasta morir!

Bailarines eufóricos bailaron hasta morir en 1518 y diversas hipótesis médicas se exponen desde aquella época hasta la actualidad.

Isbelia Farías

    Así fue la Epidemia del baile de 1518: ¡Bailar hasta morir!

    La epidemia del baile, o plaga de la danza, ocurrió en Estrasburgo, una ciudad del Sacro Imperio Romano Germánico, lo que hoy día es el noroeste de Francia, a mediados de 1518.

    Para ese entonces, una mujer llamada Frau Troffea comenzó a bailar de forma descontrolada, sin poder detenerse. A ella, se le unieron muchas personas, todos bailando sin descanso, durante días. Al cabo de un mes, algunos comenzaron a sufrir invalidez en las piernas y ataques epilépticos, mientras que otros murieron a consecuencia de infartos, derrames y agotamiento.

    Al día de hoy, son muchas las especulaciones sobre el origen de esta epidemia. Hay quienes defienden la hipótesis de que se trató de una histeria colectiva.

    Pese a que no había ningún motivo para festejar y no sonaba música, aquella mujer no podía detener su cuerpo; Frau Troffea ondeaba sus caderas y zapateaba con un ritmo frenético.

    Luego de un mes, se dice que la acompañaban más de 400 bailarines, 'contagiados' con la euforia de esa mujer.

    ¿Por qué no podían dejar de bailar? Las teorías en la actualidad

    Aumento de temperatura en la sangre

    Todavía no hay una respuesta a esta inquietud. La epidemia avanzaba y los nobles, preocupados por lo que sucedía, buscaron apoyo de los médicos locales, quienes descartaron causas astrológicas y argumentaron que se trataba de una enfermedad causada por un aumento en la temperatura de la sangre.

    Pero, a los bailarines no se les prescribió sangrías, como era la costumbre, sino que las autoridades instaron a que las personas siguieran bailando, construyendo escenarios para ello, pues, creían que si las personas bailaban de día y noche mejorarían.

    Intoxicación alimentaria

    Las teorías modernas indican que la epidemia se pudo deber a una intoxicación alimentaria, producida por los productos tóxicos de los hongos del cornezuelo, que crecen en los granos de la familia del trigo, como el centeno o la cebada. Sin embargo, una intoxicación de este tipo, que equivaldría en la actualidad al LSD, sería poco probable, ya que, además de causar alucinaciones y espasmos, se estima que podría dificultar el movimiento. 

    Un ritual herético

    Otra teoría fue la de un ritual herético, una danza hereje con la cual adorarían a Satán, pero los bailarines afirmaron que lo hacían de forma involuntaria, ellos no querían bailar.

    El castigo divino: baile de San Vito

    Asimismo, se propuso la hipótesis del castigo divino. Siguiendo la tradición, San Vito podía castigar a través de convulsiones y ataques de epilepsia, conocidos como chorea sancti viti (baile de San Vito). Por ello, los bailarines fueron llevados hasta el santo, pero la festividad no paraba, sino que solo unos pocos apenas recuperaban el control.

    Difícil época de hambruna: histeria colectiva

    El historiador John C. Waller, en su libro A time to dance, a time to die: the extraordinary story of the dancing plague of 1518, insinuó que se debía a la temporada de hambruna extrema, que pudo haber provocado fiebres altas que llevaron a un desenfreno. 

    Waller creía que: “La hipótesis de una enfermedad psicogénica de masas (MPI) tiene más sentido, tanto por la incidencia de brotes similares en la zona como por la resistencia de los bailarines". 

    La justificación sería una histeria colectiva, como resultado de la pobreza, el hambre, la guerra, la miseria y la superstición. Según Waller, la desesperación encontró en este baile una forma de expresión. 

    Sin importar cuál haya sido la razón, esta fiesta todavía no tiene una explicación concluyente en la actualidad, al menos no una que sea lógica o científica. Muchos médicos, sociólogos e historiadores han intentado en vano encontrar una razón, pero continúa siendo un misterio. 



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