Nueva infección fúngica de transmisión sexual afectaría principalmente a hombres

Provoca tiña genital y se presenta con erupciones en áreas como los genitales, las nalgas y la cara. Además, puede no responder al tratamiento con esteroides tópicos.

Katherine Ardila

    Nueva infección fúngica de transmisión sexual afectaría principalmente a hombres

    Un dermatofito conocido como Trichophyton mentagrophytes genotipo VII (TMVII) ha sido identificado como la causa de una infección fúngica de transmisión sexual emergente en los Estados Unidos, afectando a hombres que tienen sexo con hombres (HSH). 

    Esta infección, descrita en el Informe Semanal de Morbilidad y Mortalidad (MMWR) de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), ha sido identificada en cuatro casos entre abril y julio de 2024. 

    Aunque la infección ha sido registrada principalmente en HSH, también se han reportado casos en Europa, incluidos pacientes que viajaron a zonas del sudeste asiático para turismo sexual o parejas de personas infectadas.

    ¿Cuál es el mecanismo de esta infección?

    El Trichophyton mentagrophytes genotipo VII, o TMVII, es un hongo que provoca tiña genital. Debido a que los síntomas pueden ser similares a otras afecciones dermatológicas, como eczema o psoriasis, la infección puede ser difícil de diagnosticar. 

    Según el Dr. Jason E. Zucker, especialista en enfermedades infecciosas del Centro Médico Irving de la Universidad de Columbia, es esencial considerar esta infección cuando los pacientes presentan erupciones escamosas, con picazón o inflamación, especialmente si estas se encuentran en zonas como la cara, las nalgas o los genitales.

    Los cuatro pacientes en los Estados Unidos eran hombres cisgénero de entre 30 y 39 años, todos residentes en la ciudad de Nueva York. Tres de ellos informaron haber tenido relaciones sexuales entre sí, y uno de los pacientes también había viajado recientemente a Europa. 

    Todos los pacientes presentaron erupciones cutáneas en la cara, las nalgas y/o los genitales, y fueron tratados con éxito con antimicóticos.

    Transmisión y diagnóstico

    El TMVII se propaga principalmente por contacto directo de piel con piel. El Dr. Avrom S. Caplan, dermatólogo de la Facultad de Medicina Grossman de la Universidad de Nueva York, indicó que la infección, aunque hasta ahora ha sido identificada en HSH en los EE.UU., también se ha registrado en pacientes europeos no HSH. 

    Esto sugiere que la infección podría propagarse más allá de este grupo y que podría haber más casos a medida que se realiza un seguimiento adecuado.

    Es crucial que los profesionales de la salud evalúen adecuadamente a los pacientes con lesiones genitales, especialmente si son sexualmente activos. Caplan recomienda considerar la posibilidad de una infección por TMVII en caso de erupciones escamosas, con picazón o inflamadas en áreas no genitales. Además, destacó la importancia de realizar un diagnóstico integral para detectar otras posibles infecciones de transmisión sexual (ITS), dado que el TMVII se presenta principalmente en personas sexualmente activas.

    Desafíos y recomendaciones de tratamiento

    A pesar de los avances en el diagnóstico, todavía queda mucho por entender sobre el tratamiento más eficaz para las infecciones por TMVII. 

    La Dra. Shirin A. Mazumder, especialista en enfermedades infecciosas de la Universidad de Tennessee, señaló que el tratamiento óptimo aún está por determinar, pero la combinación de antimicóticos orales y tópicos podría ser una opción a explorar. 

    Mazumder también mencionó que un diagnóstico temprano es importante, ya que las lesiones cutáneas de TMVII pueden parecerse a procesos no infecciosos, como eczema o psoriasis. Además, indicó que el uso previo de corticosteroides tópicos podría enmascarar el diagnóstico de TMVII, dificultando su identificación. 

    En estos casos, el historial sexual del paciente juega un papel fundamental, ya que el hongo se transmite principalmente a través del contacto sexual.

    Vigilancia y seguimiento

    Es necesario implementar una vigilancia continua y mejorar el acceso a pruebas diagnósticas más rápidas para detectar cepas emergentes de dermatofitos como el TMVII. 

    Los especialistas sugieren que se debe fomentar la notificación de casos inusuales a las autoridades sanitarias para garantizar que los patrones de transmisión y la resistencia a los antimicóticos puedan ser monitoreados de manera eficaz.

    Fuente consultada aquí.

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