Los experimentos géneticos de Josef Mengele, el médico apodado como 'El Ángel de la Muerte'

Obsesionado por mejorar la raza aria, el médico nazi Josef Mengele realizó crueles experimentos en su laboratorio del campo de exterminio de Auschwitz y se cree también lo hizo en una localidad de Brasil.

Isbelia Farías

    Los experimentos géneticos de Josef Mengele, el médico apodado como El Ángel de la Muerte

    Josef Mengele nació el 16 de marzo de 1911, en Günzburg, Baviera, y pasó a la historia como uno de los personajes más siniestros que haya existido, debido a su maldad y sadismo.

    En los campos de exterminio recibió el apodo de “Ángel de la Muerte”. Hizo experimentos crueles e inhumanos con la intención de desaparecer las razas que él consideraba inferiores y acelerar el desarrollo de la llamada “raza aria”.

    Desde el pabellón número diez, Mengele ejecutó sus despiadados experimentos en personas con enanismo y con gemelos. En el caso de estos últimos, conocer su génesis le ayudaría a incrementar el nacimiento de niños arios.

    Uno de sus objetivos era modificar la pigmentación del iris con el fin de lograr más niños con ojos azules. Para ello, Mengele les inyectaba en los ojos diversas soluciones, lo que acababa produciéndoles graves infecciones e incluso la ceguera. No todos sobrevivían a tan cruel tratamiento.

    Otro de sus atroces experimentos consistía en inseminar artificialmente a las prisioneras que presentaban antecedentes familiares de gemelos. Tras el parto, si la mujer solo daba a luz un bebé, este era depositado aún con vida en el horno donde se arrojaban los desechos biológicos y la madre era llevada de inmediato a la cámara de gas.

    Crueldad implacable

    Las investigaciones con gemelos era el principal campo de interés de Mengele, pero allí no acababa la crueldad del médico.

    Cuando él llegó a Auschwitz, el lugar estaba atestado de prisioneros; se ha calculado que unas 140.000 personas se hacinaban en aquel campo del cual era imposible escapar. 

    Durante un brote de tifus, el despiadado médico envió a la cámara de gas a unas 1.600 personas, entre hombres, mujeres y niños. Posteriormente los barracones fueron desinfectados y ocupados por otros presos que iban llegando al campo.

    Investigaciones con gemelos en Brasil

    Una de las historias más extrañas relacionadas con el infame Josef Mengele es la del pueblo de los gemelos. En la pequeña localidad brasileña de Cândido Gódoi (Rio Grande do Sul) se da una de las tasas de gemelos más alta del mundo. Muchos son rubios y de ojos azules, y ello se ha vinculado a la supuesta presencia de Mengele en la zona tras su huida de Alemania al finalizar la II Guerra Mundial.

    Esta situación ha generado diferentes hipótesis. Para el historiador y periodista argentino, Jorge Camarasa, la causa del número de gemelos se debe a los macabros experimentos de Mengele.

    Camarasa relató en su libro “Mengele: el Ángel de la Muerte de Sudamérica" (2009), que el objetivo de este médico era crear una raza superior. Por ello, hizo del poblado brasileño su laboratorio humano.

    Sin embargo, la bióloga molecular del Servicio de Terapia Genética del Hospital de Porto Alegre, Brasil, Ursula Matte, afirmó a la BBC Mundo que: "La mayoría de los gemelos que observamos en Cândido Godoi se agrupan en familias, y ha sucedido así durante un largo periodo de tiempo (mucho antes que Mengele). Esto apunta a un factor genético", acotando que: "Definitivamente, no tiene nada que ver con los nazis. Principalmente, porque esta tendencia es anterior a ellos y porque no habrían tenido la manera de lograr algo así en aquella época".

    No obstante, Camarasa insistía en su hipótesis, indicando al periódico argentino El Territorio, en 2013 que: "La hipótesis que planteé sobre la intervención de Mengele sigue siendo válida, en tanto que no haya otra que la descarte de manera convincente”.

    Aunque Camarasa señaló que contaba con testimonios de quienes habitaban en el territorio durante aquella época, el periodista no pudo continuar su investigación, ya que falleció de un paro cardíaco a los 61 años, en el 2015.

    En todo caso, Josef Mengele nunca pagó por sus crímenes. Fue protegido por una comunidad nazi en Brasil y el 8 de febrero de 1979 murió ahogdo en la playa Bertioga, a los 68 años, a causa de un infarto cerebral.

    Mengele fue enterrado con una identidad falsa, la de Wolfgang Gerhard, el nombre de un amigo austríaco que lo había acogido en Brasil.

    Fuentes consultadas: National Geographic, El País y BBC 


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