La historia y evolución de la medicina ha quedado registrada en magníficas obras de arte.
Desde los orígenes del ser humano, de una forma u otra, la medicina ha estado presente. Hoy día no se practica de manera rudimentaria, como hace miles de años; sin embargo, quedan evidencias en el arte de la evolución que ha experimentado esta ciencia con el transcurrir del tiempo.
A continuación, algunas representaciones médicas que hoy día son catalogadas como obras de arte:
Anatomía del ojo, por primera vez, del médico árabe Hunayn ibn Ishaq en el siglo IX
Ilustración anatómica del siglo XIII que muestra la circulación sanguínea. Artista desconocido. Año 1292.
Un grupo de pacientes muestra su orina a Constantino el Africano, un monje y médico cristiano árabe. Artista desconocido, S. XIV.
Anatomía. Mondino, 1541.
Louis Pasteur en su laboratorio, por Albert Edelfelt. 1885.
Autor: Juan Antonio Ruiz Rivas. 2004.
Varias plagas asolaron la población europea hasta el final de la Edad Media y bien entrado el Renacimiento: la peste, la lepra o la tuberculosis son los ejemplos más conocidos, pero hubo muchas otras epidemias: sífilis, sarna, tifus, entre otras. Durante la epidemia de peste de 1656, en Roma, los médicos creían que esta vestimenta protegía del contagio: un mantel encerado, máscara y guantes. En el pico se colocaban sustancias aromáticas.
Lección de anatomía del Dr. Willem van der Meer, por el pintor neerlandés Michiel Jansz. van Mierevelt (1617).
Estas han sido algunas de las más representativas obras de arte en la medicina y que dan cuenta sobre los inicios de esta ciencia.
Cabe destacar que el estudio y la práctica de la medicina implica un conocimiento integral del ser humano, lo cual se puede plasmar en una obra artística.
Estas obras de arte también reflejan cómo en el devenir del tiempo la enfermedad siempre ha estado presente y cómo esta ha sido abordada, bien sea por el curandero, el hechicero, el sacerdote, el galeno, el médico rural, entre otros. Pues, el hombre, en su búsqueda constante de conocimientos, ha conjugado la fórmula compuesta por la observación, la experiencia y la razón, hasta evolucionar y llegar a convertirse en el médico científico que hoy cuida de millones de personas alrededor del mundo.
Desde esta perspectiva artística, hoy día podemos comprender cómo aquellos hombres asumieron la enfermedad y que, hasta entrada la época del Renacimiento, los métodos tradicionales de curación estaban basados en la experiencia y en la magia. Sin embargo, cada período histórico ha aportado novedades que han dado paso a la medicina científica actual, comenzando por los chamanes de los pueblos primitivos, quienes aportaron la relevancia que tiene la observación para abordar un tratamiento. En aquel entonces, el curandero actuaba por intuición, sin indagar en las causas, dado que las enfermedades se asociaban con poderes sobrenaturales, tales como conjuros de enemigos o espíritus. Uno de los tratamientos era la danza, o los bailes con los que intentaban atraer buenas energías o repeler vibraciones negativas.
Por ejemplo, el pueblo azteca recurría a las cataplasmas con plantas para tratar la tortícolis, así como también ingerían brebajes a base de raíces para otros malestares. A través de estas obras, también se evidencia cómo el sacerdote agregó a la magia la interpretación, convirtiéndose en sacerdote astrólogo. Pero, con la llegada de la Ilustración se impuso la razón y desde entonces no hubo retroceso; el pecado de la Edad Media ya no estaba asociado con las gripes y las pestes. Sin embargo, la visión monástica introdujo el concepto de la caridad y el compromiso de ayudar a los más necesitados.
Por último, es un hecho el que la historia de las enfermedades y la historia de la medicina van de la mano con la historia del arte.