Muchas de las celebridades del mundo literario fueron médicos que hicieron aportes que sumaron a la historia y los avances que ahora conocemos.
Muchas de las celebridades del mundo literario fueron médicos que hicieron aportes que sumaron a la historia y los avances que ahora conocemos.
Chéjov es uno de los grandes literatos rusos, que con su trabajo como dramaturgo fue tan prominente que sus obras se adaptaron en todo el mundo y es considerado uno de los mejores autores de historias cortas que ha existido.
Este escritor es el padre de la frase “la medicina es mi esposa legal y la literatura es mi mente”. Su profesión de médico se conoció en muchas de sus obras y cuando comenzó a escribir lo hizo por razones principalmente económicas, y poco a poco la literatura se ganó un lugar en su corazón.
Bulgákov, nació en Kiev , estudió medicina en la Universidad de Kiev, y trabajó por muchos años en el hospital militar de Kiev. Durante la primera guerra mundial, prestó sus servicios en la Cruz Roja, en el frente de batalla. Durante su labor fue herido de gravedad en más de una oportunidad. Sin embargo, la pasión por lo que hacía nunca lo detuvo.
A este autor se le recuerda como novelista y dramaturgo. Su obra más reconocida es El Maestro y Margarita. Igual que Chéjov, este autor se inspiró de su carrera como médico para escribir sus historias. Sus años como médico provincial pueden verse reflejados de forma caso autobiográfica en el Diario de un joven médico.
Nacido en la embajada británica en París, donde trabajaba su padre, tiene mucho en común con Bulgákov. Escribió novelas, obras de teatro e historias cortas que fueron tan populares que en la década de los 30, Maugham logró ser considerado como el autor mejor pagado del planeta.
Antes de eso, él había estudiado medicina y también trabajó como médico voluntario en la Cruz Roja durante la primera guerra mundial.
Fue uno de los poetas ingleses más importantes del romanticismo. Vivió solo 25 años, pero esto le dio tiempo suficiente para asentarse como uno de los principales exponentes de la poesía de la época.
En 1816, a los 21 años, Keates recibió su licencia para practicar medicina, aunque para entonces su amor por la poesía ya estaba claro y su preferencia por esta actividad restaba tiempo a su práctica médica.
Conan estudió medicina y trabajó como médico por muchos años. Alcanzó el título de M.D. algo poco visto para la época en Escocia. Con su investigación sobre el tabes dorsal logró destacarse al hablar de una enfermedad que afecta lentamente a la oftalmología.
Este reconocido personaje de la literatura además trabajó como médico de un barco y también tuvo un consultorio con unos amigos por un tiempo en la ciudad de Plymouth. Eventualmente, instaló su consultorio oftalmológico en la ciudad de Londres, pero esto no evitó que dejará algunas de las historias de detectives más populares de todos los tiempos.