Vaginosis bacteriana asociada con infecciones persistentes de Virus del Papiloma Humano

El papel de la flora vaginal en la persistencia del VPH se ha puesto de manifiesto en estudios de investigación realizados en los últimos años.

Valentina Diaz Ospina

    Vaginosis bacteriana asociada con infecciones persistentes de Virus del Papiloma Humano

    Encontrar el equilibrio

    Una flora vaginal sana se compone de millones de microorganismos, principalmente lactobacilos, además de otras bacterias (Gardnerella vaginalis, Atopobium vaginae, prevotella, estreptococos, gonococos), VPH y hongos y es esencial para reducir el riesgo de infecciones de transmisión sexual (ITS).

    Los lactobacilos producen ácido láctico, que reduce el pH de la vagina, así como peróxido de hidrógeno, que es tóxico para las demás bacterias.

    Diferentes factores, como el alcohol, una dieta rica en ácidos grasos poliinsaturados y azúcar, y especialmente el tabaco, pueden provocar un desequilibrio de las bacterias de la flora vaginal y, por tanto, dar lugar a vaginosis. Lo que se produce es una multiplicación anormal de diferentes tipos de bacterias anaerobias que normalmente están presentes en un número mucho menor.

    De hecho, en una rueda de prensa previa a la 46ª reunión de la Sociedad Francesa de Colposcopia y Enfermedades Cervicales y Vaginales (SFCPCV), la doctora Julia Maruani, ginecóloga de Marsella, explicó que las mujeres que fuman, padecen de una reducción relativa de los lactobacilos, lo que se traduce en un aumento del pH vaginal, un mayor riesgo de contraer una ITS y una menor eliminación de la infección por VPH. "Quienes fuman, probablemente experimentan infecciones persistentes por VPH debido a un desequilibrio de la flora vaginal", afirma Maruani.

    Vaginosis y VPH

    Cuando hay menos lactobacilos de los que debería haber, estas bacterias ya no pueden proteger la mucosa vaginal, que se ve alterada por otras bacterias. "El VPH tiene entonces acceso a las células basales", afirma Maruani, reconociendo que la relación entre vaginosis bacteriana e infecciones persistentes por VPH ha sido objeto de numerosos estudios de investigación durante la última década aproximadamente. "Durante años, observaba esta misma relación en mis pacientes. Las que tenían vaginosis persistente eran también las que tenían VPH persistente. Y no soy la única que lo ha observado. También se han realizado estudios que investigan esta correlación exacta", añade.

    Estos estudios han demostrado que las infecciones por VPH persisten en los casos de vaginosis, lo que provoca la aparición de lesiones epiteliales. Además, las lesiones son más graves cuando la disbiosis es más severa.

    ¿Qué ocurre con los probióticos? ¿Pueden tratar la disbiosis y la infección por VPH al mismo tiempo? "Los probióticos funcionan muy bien para la vaginosis, siempre que se utilicen durante mucho tiempo. Sabemos que disminuyen las infecciones por VPH y las lesiones de bajo grado", afirma Maruani, aunque no hay estudios aleatorizados que respalden esta conclusión. "No es una talla única. No vamos a tratar a pacientes con lesiones precancerosas con probióticos". Actualmente no hay datos sobre la eficacia de los probióticos en lesiones de alto grado. Estos días, Maruani ha estado pensando en una nueva cuestión: el beneficio de diagnosticar los casos de vaginosis asintomática, porque tratarlos reduciría el riesgo de infección persistente por VPH.

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