El 90% de las mujeres que han tenido cesárea en Estados Unidos y Puerto Rico son candidatas para realizarse un parto vaginal después de cesárea (VBAC).
Según el Colegio Americano de Ginecólogos y Obstetras (ACOG) tener un parto vaginal después de una cesárea te evitaría tener que ser sometida nuevamente a una cirugía mayor, lo cual disminuye el riesgo de tener hemorragias, complicaciones por la formación de coágulos de sangre, infecciones, entre otras.
A su vez, el parto vaginal disminuye el tiempo de recuperación y disminuye el riesgo de mortalidad y morbilidad en futuros embarazos causados por cesáreas repetidas.
Puerto Rico y sus estadísticas de partos
Según las estadísticas, desde el 2016 los partos de mujeres con cesárea previa en la isla han aumentado en una escala de 100; durante el 2016 fueron 9.3, 2017 y 2018 fueron 9.9, en el 2019 hubo una pequeña baja a 8.4, pero la tendencia vuelve a subir en el 2020, donde fueron 10.1.
En Puerto Rico a diferencia de la mayoría de diferentes estados en EE.UU, tener un VBAC con partera en casa es una posibilidad. Sin embargo, la comunidad médica se ha pronunciado en contra debido a que, si se da la necesidad de hacer una cesárea de emergencia, se entiende que una facilidad con sala de operaciones disponible es lo más adecuado.
¿Qué se requiere para hacerse un parto vaginal después de cesárea?
El 90% de las mujeres que han tenido cesárea en EE.UU y Puerto Rico son candidatas para realizarse una VBAC. Sin embargo, existen 3 requisitos importantes:
La incisión de la cesárea (o cesáreas) anterior deben ser horizontal. Las incisiones uterinas verticales conllevan un riesgo mayor de probabilidades de rotura uterina.
Desde el momento de la cesárea hasta el momento del parto de un nuevo bebé, deben haber pasado al menos 18 meses.
No tener problemas de salud relacionados al embarazo y la razón (justi?cada) para la cesárea previa.
Beneficios de una VBAC
En comparación con volver a tener una cesárea, un VBAC no implica cirugía, evitando cualquier complicación que pueda surgir de la cirugía, además, supone una hospitalización más breve y un regreso más rápido a las actividades cotidianas normales. También podría resultar interesante si se desea experimentar este tipo de parto.
Si se consideran futuros embarazos un parto vaginal después de una cesárea podría ayudar a evitar los riesgos que implica tener múltiples partos por cesárea, como problemas con la placenta.
Riesgos del VBAC
Algunas cesáreas repetidas se realizan debido a una amenaza de ruptura uterina. La ruptura uterina es poco frecuente, y ocurre en menos del 1% de las mujeres que intentan parir después de una cesárea. Sin embargo, la ruptura uterina es una amenaza mortal para la vida de la madre y la del bebé. Durante una ruptura uterina, la cicatriz de la cesárea en el útero se abre. Se necesita una cesárea de urgencia para evitar complicaciones que pongan en riesgo la vida. El tratamiento puede incluir la extirpación quirúrgica del útero (histerectomía). Este riesgo es muy bajo, oscila entre 0.32% y 0.47%. El riesgo aumenta un 4.8% cuando han pasado menos de 18 meses desde la última cesárea hasta el momento del parto.