Un grupo de investigadores ha obtenido resultados prometedores para inmunizar contra la bacteria que causa 400 millones de gastroenteritis al año.
Un grupo de investigadores de Estados Unidos logró un avance significativo hacia una vacuna contra la bacteria que causa la diarrea, a la cual se le atribuyen entre 400 y 500 millones de gastroenteritis cada año.
Aunque en la mayoría de casos la diarrea puede desaparecer por si sola, algunas personas necesitan tratamiento para contrarrestar la infección y, según cifras de la Organización Mundial de la Salud, más de 1.6 millones de personas fallecen al año por esta causa.
Estudio comprueba efectividad de la vacuna en animales
Con relación a los avances investigativos sobre la vacuna, Mark K. Slifka, profesor de la Universidad de Oregon y fundador de Najit, una compañía dedicada a investigar enfermedades infecciosas, afirmó que,“creemos que la vacuna induce anticuerpos que atacan al Campylobacter si atraviesa las barreras mucosas y comienza a causar inflamación”.
Cabe mencionar que, la vacunación se ha probado en macacos (primates) que viven aire libre, expuestos naturalmente a la bacteria de la misma manera que niños en condiciones de saneamiento e higiene deficientes.
Sin embargo, el estudio se había visto obstaculizado por la falta de modelos animales que sean similares a la forma en cómo se reproduce esta enfermedad en los humanos y en los que se pudiera estudiar los efectos.
“Las nuevas tecnologías y una mejor comprensión de cómo avanza la enfermedad han contribuido a desarrollar esta nueva intervención”, indicó Slifka. Quien explica que la clave está en el peróxido de hidrógeno, un componente que normalmente se usa como antiséptico y enjuague bucal.
Peróxido de hidrógeno: clave en la inactivación de la bacteria
Los investigadores han utilizado células enteras inactivadas con peróxido, una técnica que mata a las bacterias, pero no modifica su estructura. El equipo considera que el peróxido de hidrógeno es la clave para conseguir mejores vacunas y además de las diarreas, están trabajando en nuevas vacunas contra la fiebre amarilla o el virus del Nilo.
La dosis de la vacuna que desarrollaron tiene una efectividad del 83 %, según informaron y buscan llevar a cabo ensayos clínicos en humanos.
“Solo requiere refrigeración y no usa almacenamiento ultra-frío, por lo que esto puede ser una ventaja para distribuir la vacuna a lugares remotos donde el transporte puede ser problemático”, destacó Slifka.
Además de su aplicación en países de ingresos bajos, los más desarrollados también podrían beneficiarse de este avance. Según apuntan los investigadores en sus conclusiones, el impacto económico de la enfermedad asciende solo en los Estados Unidos en hasta 5.600 millones de dólares al año.
“Es impensable que un niño pueda morir por una diarrea hoy en día”
Sobre lo anterior, Sophie Janet, pediatra de Médicos sin Fronteras que trabaja África occidental, ve constantemente a pequeños pacientes que llegan a sus manos en un estado muy grave y regresan semanas después en las mismas condiciones.
“Es impensable que un niño pueda morir por una diarrea hoy en día”, cuenta al teléfono desde Dakar (Senegal). “Esta condición no solo mata, también tiene un impacto enorme en el crecimiento y en el desarrollo cognitivo de estos menores”, afirmó.
El avance del Dr. Slifka se refiere a la gastroenteritis bacteriana, pero el primer causante de la diarrea son los rotavirus. Y aunque existen vacunas contra ellos, no siempre son accesibles a la población. Aun así, entre 2000 y 2015, las muertes de menores de cinco años por diarrea se redujeron un 57 % gracias a la vacuna, según los datos presentados por Unicef el pasado enero.
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