Según estudio, las Enfermedades inflamatorias intestinales (EII) como la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa, tienen una relación con afecciones cardíacas como arritmias.
Ahora bien, una arritmia cardiaca es un latido irregular del corazón debido a un mal funcionamiento de los impulsos eléctricos que controlan el ritmo cardíaco. Puede causar palpitaciones, latidos acelerados o sensación de aleteo. Mientras que algunas arritmias son inofensivas, otras pueden poner en riesgo la vida.
Según el estudio publicado en PLOS Medicine, del Instituto Karolinska en Estocolmo, el doctor Jiangwei Sun, y sus colegas exploraron el riesgo a largo plazo de arritmias en pacientes con EII.
El análisis incluyó una cohorte nacional de histopatología con EII confirmada por biopsia en Suecia desde 1969 hasta 2017, además de controles emparejados y hermanos completos sin EII.
El análisis mostró que, durante un seguimiento medio de aproximadamente 10 años, el 7.6% de los pacientes con EC, el 8.9% de los pacientes con CU y el 8.2% de los pacientes con EII no clasificada (EII-NC) desarrollaron arritmias, en comparación con un 6.7%, 7.5% y 6.0%, respectivamente, en individuos sin EII.
Los investigadores encontraron que, 25 años después del diagnóstico, el riesgo de arritmias continuaba elevado entre los pacientes con EC, CU y EII-NC, con tasas de arritmias de 54.6, 64.7 y 78.1 por cada 10,000 personas-año, respectivamente, frente a 46.1, 53.3 y 53.5 en los grupos de control.
Los médicos recomiendan que, dado este aumento sostenido del riesgo cardiovascular, los pacientes con EII deberían someterse a una evaluación de los factores de riesgo cardiovasculares modificables.
Los autores del estudio destacan que, aunque las arritmias son más comunes en pacientes con EII, los factores como la inflamación crónica y las alteraciones en la circulación pueden jugar un papel importante en este riesgo elevado.
"Para estos pacientes, sería prudente considerar una evaluación de riesgo de factores de riesgo cardiovasculares modificables y establecidos", señalan los investigadores.
El estudio también incluyó un análisis de comparación entre hermanos, revelando que el riesgo de desarrollar arritmias en los pacientes con EII sigue siendo significativamente mayor en comparación con sus hermanos sanos.
Esto sugiere que factores genéticos o ambientales compartidos podrían estar influyendo en el riesgo aumentado de arritmias en los pacientes con EII.
Los resultados del estudio subrayan la importancia de un enfoque integral en el manejo de los pacientes con EII, no sólo en términos de controlar los síntomas gastrointestinales, sino también evaluando y tratando de manera proactiva los riesgos cardiovasculares, que podrían ser más graves a medida que avanza la enfermedad.
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