Estudio demostró aumento de enfermedades parasitarias en Puerto Rico

El resultado se desprende de una investigación transversal entre el 2015 y 2019.

Belinda Burgos, Yolimarian Torres

    Estudio demostró aumento de enfermedades parasitarias en Puerto Rico

    Las enfermedades parasitarias continúan siendo un reto para la salud pública del País, tal cual lo confirman nuevamente datos de un estudio que realizaron especialistas del Mayagüez Medical Center, al oeste de la Isla, donde encontraron un aumento de casos de huevos fecales y parásitos entre el periodo 2015 al 2019. 

    Los investigadores sostuvieron que dicho aumento pudiera tratarse de una consecuencia a largo plazo del impacto del huracán María en el 2018, el cual desmanteló por completo la salud pública en Puerto Rico

    Este estudio transversal retrospectivo analizó todas las pruebas de heces para huevos y parásito entre el periodo de enero de 2015 hasta diciembre de 2019, donde se tomaron en cuenta las variables de fecha, edad, sexo, municipio y parásitos. 

    Parte de los resultados indican que la mediana de edad de la muestra fue de 71,5 años. Un 60% eran mujeres y un 40% eran hombres. 

    El estudio indica que en el municipio de Añasco se presenta la mayor frecuencia de casos positivos de prueba de huevos y parásitos en heces. Strongyloides fue el parásito más prevalente encontrado en la muestra con un 60,0%, específicamente en los meses de julio y agosto.

    Strongyloides, el parásito más encontrado en la Isla

    La literatura médica indica que la estrongiloidiasis es una infección por Strongyloides stercoralis. Un parásito que causa en los pacientes, dolor abdominal y diarrea, exantema, síntomas pulmonares (como tos y sibilancias) y eosinofilia. 

    Los autores del estudio explicaron que el diagnóstico se basó en el hallazgo de larvas en heces contenidos del intestino delgado o, en ocasiones, en el esputo, o a través de la detección de anticuerpos en la sangre. El tratamiento se realiza con ivermectina o albendazol.

    La estrongiloidiasis es endémica en todos los países tropicales y subtropicales, y también en áreas rurales del sur de los Estados Unidos, en sitios donde la piel se expone a larvas infecciosas en la tierra contaminada por heces humanas. 

    Este parásito tiene la capacidad única de desarrollarse hasta la adultez en el suelo y en el intestino humano. Además, a diferencia de otros gusanos redondos transmitidos por el suelo, la estrongiloidiasis es capaz de autoinfección, lo que puede provocar enfermedades crónicas que duran décadas, o puede causar una hiperinfección abrumadora en personas que toman corticosteroides u otros fármacos inmunosupresores o que tienen alteraciones de la inmunidad celular de tipo TH2, en particular infectadas por el virus linfotrópico T humano 1 (HTLV-1).

    Prevención

    La prevención de las infecciones primarias por Strongyloides es la misma que para los anquilostomas. Implica prevención de la defecación antihigiénica, es decir, el lavado de manos y los baños. También se debe evitar el contacto directo de la piel con el suelo.

    Prevención de la hiperinfección y la estrongiloidiasis diseminada

    Si los pacientes tienen estrongiloidiasis, debe instituirse el tratamiento y documentar la curación antes de la inmunosupresión, si es posible. Las personas inmunodeficientes que tienen estrongiloidiasis recurrente pueden requerir cursos de tratamiento adicionales y/o prolongados hasta su curación.

    Acceda al estudio aquí.

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