Los niveles más altos de exposición a la luz artificial durante la noche se relacionan con los indicadores de diabetes, según un nuevo estudio.
El Dr. Ruizhi Zheng, de la Facultad de Medicina de la Universidad Jiaotong de Shanghái, en China, y sus colaboradores descubrieron que las personas que vivían en zonas en las que había más exposición a la luz nocturna tenían una prevalencia de diabetes un 28 % más que quienes vivían en sitios con menos exposicion.
El estudio fue publicado el 14 de noviembre en Diabetología, sin embargo, análisis anteriores, llevados a cabo con animales, ya habían demostrado que la exposición a la luz durante la noche es capaz de interferir con los ritmos circadianos y afectar la homeostasis de la glucosa, según informó el equipo.
Otras investigaciones han demostrado que la exposición crónica a una luz interior moderada durante el sueño podía elevar la prevalencia de diabetes en adultos mayores, en comparación con quienes dormían en entornos con luz tenue.
Los científicos afirmaron: "Nuestros resultados contribuyen a la creciente literatura que indica que la luz artificial por la noche es perjudicial para la salud y demuestran que puede ser un nuevo factor de riesgo potencial para la diabetes".
Asimismo, señalaron: "Teniendo en cuenta la coexistencia de la epidemia de diabetes y la influencia generalizada de la contaminación lumínica nocturna, las asociaciones positivas indican la necesidad urgente de que los países y los gobiernos desarrollen políticas eficaces de prevención e intervención, y protejan a la población de los efectos adversos para la salud que conlleva la contaminación lumínica nocturna".
El profesor titular de la Universidad de Chester, en Reino Unido, Dr. Gareth Nye, estuvo de acuerdo en que estudios anteriores han mostrado una asociación entre los trastornos metabólicos, como la diabetes, y la luz artificial nocturna. Respecto a la causa, la mayoría de las teorías se centran en el ciclo circadiano natural del cuerpo.
El Dr. Nye explicó que los relojes internos regular diferentes procesos corporales, como el metabolismo y la síntesis de hormonas. También afectan los patrones del sueño, al interferir en la síntesis de la melatonina, hormonal esencial para conciliar el sueño. No obstante, se requiere de más investigaciones.
La investigación llevada a cabo en China tenía como propósito evaluar la relación entre la prevalencia de la diabetes y la homeostasis de la glucosa, con la exposición crónica a la luz durante la noche.
Para ello, fueron evaluados 98.658 participantes del Estudio de Vigilancia de Enfermedades no Transmisibles de China, en 162 centros. El promedio de edad fue de 42,7 años, con un 49,2% de participantes mujeres.
Se calcularon los cocientes de prevalencia y se ajustaron en función del sexo, la edad, el tabaquismo, la educación, el índice de masa corporal, la actividad física, los ingresos del hogar, los antecedentes familiares de diabetes, las zonas rurales o urbanas, el consumo de alcohol y el uso de fármacos hipolipidemiantes (principalmente estatinas) o antihipertensivos.
Los resultados indicaron que los niveles de exposición a la luz exterior durante la noche se relacionaban de forma positiva con las concentraciones de glucosa a las dos horas y en ayunas, la hemoglobina glucosilada (A1c) y la resistencia a la insulina.
Los investigadores aconsejaron: “tener cuidado con la interpretación causal de los resultados y pedimos que se realicen más estudios que incluyan la medición directa de la exposición individual a la luz por la noche", pues la evidencia no está confirmada hasta que no se realicen más estudios, ya que por ahora “la relación seguirá siendo solo una asociación”.
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