El chequeo constante y la medicación correcta son los únicos garantes de una buena calidad de vida en un paciente diabético.
El número de pacientes diabéticos crece de forma alarmante, la diabetes afecta cada día a más personas en el mundo. Esta es una enfermedad crónica en la cual el páncreas no produce insulina, la produce poco o hace que las células del cuerpo no responden a la insulina que se genera.
En Puerto Rico las cifras más recientes indican que se han diagnosticado más de 600 mil pacientes con esta condición. Así lo recordó a Medicina y Salud Púbica, la doctora Janet Colón, endocrinóloga del Recinto de Ciencias Médicas.
Colón precisó que la educación del paciente diabético es fundamental; es menester que cada persona entienda su condición y cómo debe manejarla, además que de ello depende su calidad de vida.
Adicionalmente agregó que cada paciente debe dominar cuatro aspectos fundamentales en su vida diaria: la nutrición, el ejercicio, la utilización adecuada de los medicamentos y finalmente pero no menos importante, el control y monitoreo de sus azúcares.
La médico endocrinólogo explicó que todo diabético debe entender qué nivel de insulina debe utilizar. Lo ideal sería que si un paciente hoy en su dieta va a consumir carbohidratos, sepa cómo estos van a comportarse en su organismo.
«Existe una escala de insulina en función del nivel de glucosa o de azúcares, esta es una herramienta disponible en los pacientes para que se orienten. Adicionalmente se hace necesario un aprendizaje claro sobre cómo usar las jeringuillas o jeringas en función de las unidades de insulina y su correcta aplicación», afirmó Colón.
Según los hallazgos y aprendizajes dejados por cientos de estudios de esta patología –mencionados por la doctora Colón-, lo definitivo es que el paciente diabético está obligado a modificar su estilo de vida.
"Nosotros los endocrinólogos debemos montarnos en la tarea de estar evaluando bien de cerca a los educadores en diabetes, ellos son nuestros apoyos para lograr que los pacientes hagan sus propios controles, que se sientan seguros y cómodos con esto", afirmó.
Recalcó la especialista, que entre las recomendaciones a seguir por los pacientes diabéticos en casa, está la realización de al menos 30 minutos de actividad moderada (caminata, trote suave o cualquier otra que su condición lo permita), que los ayude a controlar su peso y mejorar la sensibilidad a la insulina en función de requerir una menor dosis de insulina.
"La realización de ejercicios podría bajar los niveles de azúcares, por ello el monitoreo antes y después evitará por ejemplo que se desarrolle un cuadro de hipoglucemia", añadió.
Los pies: área sensible del diabético
A pesar de llevar bien los controles del azúcar, los diabéticos suelen sufrir con sus pies. Recomendó Colón a estos pacientes hacerse una revisión diaria de los mismos para evitar, por ejemplo, la aparición de cualquier mínima herida o cualquier resequedad, y en caso de presentarla lo recomendable sería acudir al podiatra.
Mencionó la medico que entre las causas más comunes de amputaciones no traumáticas está la diabetes. "Una herida abierta en el pie, es un riesgo latente de infección y complicaciones", aseveró.
Para ella, las celulitis en la piel y los hongos de las uñas, son propensas a generar infecciones en el pie de un diabético.
Apoyos externos y tecnológicos
Entre otras alternativas destinadas a mejorar la calidad de vida de un paciente, que requiera más de 3 inyecciones al día, está el monitor de glucosa continuo. "Este mide en los tejidos el valor de azúcar subcutáneo, evita tantos pinchazos y está dotado de sensores que producen alarmas de hipoglucemias o hiperglucemias", indicó Colón.
Afirma que estos equipos son capaces de medir y reportar niveles cada cinco minutos, mostrando el comportamiento que genera la insulina dentro del organismo luego de su colocación. Ayudan al paciente si hay que hacer ajustes, haciéndolos sentir más seguros.
Hay sistemas más novedosos como las conocidas bombas de insulina o dispositivo de infusión subcutánea continua de insulina (ISCI), que cumple la función de monitorear y suministrar al organismo de forma automática, insulina regulada y por horas.
"Claro está que estos sistemas no son milagrosos, requieren del paciente una educación específica, especialmente sobre los datos respecto a la nutrición y cantidad de caloría y carbohidratos que van a ser injeridos, para que el trabajo y conteo sea exitoso", agrega.
Asimismo manifiesta que un paciente diabético necesita tener un control sobre su tensión arterial, procurando que ésta esté en los niveles normales, preferiblemente entre 130 y 80.
La médico explica que en todo este proceso, la vinculación del entorno familiar es importantísima; junto a la reeducación de los pacientes, los cuidadores deben estar obligados también a esta formación.
"Todo paciente y su entorno deben vincularse, especialmente por el manejo de las hiploglucemias. Los familiares deben saber reaccionar ante una pérdida de conciencia o un episodio agudo para ayudarlos a superarlos", enfatizó Colón.
Diabetes y Covid-19
La diabetes puede ser alterada con la presencia de otra enfermedad, un paciente debe tener claridad en ello y entender que muy posiblemente sus niveles van a variar.
La presencia del virus del Covid-19 puede fácilmente ser uno de ellos, y en estos casos el control permanente y la orientación médica serán necesarios.
"Los pacientes diabéticos cuando se infectan de Covid se descontrolan, así no presenten los síntomas del virus. De presentar la sintomatología poseen mayor riesgo y morbilidad de caer en cuadros severos. Aquellos que requieren hospitalización son tratados con mayores dosis de insulina", indicó la entrevistada.
La galeno precisó que ya hay casos evaluados de Covid, especialmente en los EE. UU. que llamaron mucho la atención, pues eran pacientes no diabéticos que luego de ingresar a las salas de UCI con la enfermedad desarrollaron hipoglucemias severas.
"Por ello se ha estado teorizando que el Covid-19 tiene un efecto sobre las células betas del páncreas, generando que se desarrolle esta deficiencia. Se desconoce si este daño o efecto colateral es permanente o transitorio", confirmó.
"En virtud de esta predisposición, la recomendación a los pacientes diabéticos es a que se vacunen; además basados en que los reportes nos están indicando que los pacientes que mayor mente llegan a las salas de urgencias por sintomatología Covid son pacientes no vacunados", recordó también.