Ingerny Polanco
Agencia Latina de Noticias de Medicina y Salud Pública
Su pasión por generar un impacto positivo en la vida de los pacientes, a nivel físico, emocional y social, impulsó a la Dra. Isabel Rutzen a convertirse en la única fisiatra en desarrollar la Rehabilitación Oncológica en Puerto Rico, una práctica que ayudar a quienes padecen de cáncer a mantener su bienestar, independencia y productividad; antes, durante y después del tratamiento oncológico.
“Desde niña me gustaba todo lo relacionado con las ciencias, pero más aún, me apasionaba el hecho de poder elegir una profesión donde pudiera ayudar a las personas y generar un impacto positivo en sus vidas. Es así como decidí inclinarme por la fisiatría y además, especializarse en rehabilitación oncológica, una subespecialidad que me permite tratar una población de pacientes que es considerada una de las más vulnerables: los que sufren de cáncer”, compartió la Dra. Isabel Rutzen, en entrevista exclusiva con la Revista Medicina y Salud Pública (MSP).
Una práctica de alto impacto para la vida del paciente
La Dra. Rutzen, quien estudió Medicina en la Universidad Central del Caribe en Bayamón y luego se especializó en Rehabilitación Oncológica en el MD Anderson Cáncer Center en Houston, decidió regresar a Puerto Rico para desarrollar este concepto de rehabilitación en la isla, de modo que los pacientes oncológicos puedan recibir los múltiples beneficios de esta práctica en sus vidas.
“Este tipo de rehabilitación ayuda a todas las personas con cáncer que experimentan un cambio en la calidad de vida luego del diagnóstico e incluyen a todos los tipos de cáncer en todas sus etapas. Además, puede ayudar a obtener un mejor funcionamiento físico; recuperar independencia o adaptarse a pérdidas en función; mejorar la calidad de vida; y puede reducir el número de hospitalizaciones” explicó la galena, quien pertenece a la Facultad Médica del Hospital del Centro Comprensivo del Cáncer.
Además, la especialista asegura que participar en un programa de rehabilitación en cáncer le permitirá al paciente recuperarse mejor o más rápidamente. Incluso, si se comienza desde el momento del diagnóstico, puede ayudar a evitar muchos efectos adversos del tratamiento. La rehabilitación puede ayudar a mejorar su resistencia, fuerza y movilidad; reducir la fatiga, el dolor y otros efectos secundarios; ayudarlo a poder realizar las actividades del diario vivir y formular un plan a largo plazo para la supervivencia al cáncer.
Otros beneficios de la Rehabilitación Oncológica
Como parte de su labor en el Centro Comprensivo y en el Hospital Oncológico, la Dra. Rutzen también desarrolla el concepto de la pre-rehabilitación, un área donde los pacientes que vayan a ser intervenidos con una cirugía para el cáncer son tratados con antelación, de modo que pueda mejorarse la capacidad física de ese paciente para que después de la intervención tenga una recuperación más rápida y presente menos complicaciones postoperatorias. Además, con este tipo de terapias el paciente puede salir más rápido de la cama y se evitan otros problemas como la pulmonía y coágulos en las piernas.
“Una condición que veo que manera frecuente en las clínicas es el linfedema, que es una hinchazón que, por lo general, aparece en uno de los brazos o en las piernas. Es algo que causa mucha morbilidad en pacientes con cáncer y nosotros lo podemos atender en Puerto Rico” manifestó; linfedema es provocado con más frecuencia por la extirpación o el daño de los ganglios linfáticos como parte del tratamiento oncológico. Se debe a la obstrucción del sistema linfático, que forma parte del sistema inmunitario. La obstrucción impide que la linfa drene bien; en consecuencia, el líquido acumulado causa hinchazón. Desde su rol como fisiatra la Dra. Rutzen ha demostrado que ser paciente con cáncer no es sinónimo de vulnerabilidad, de inmovilización, de inactividad, todo lo contrario, ha probado que a través de la Rehabilitación Oncológica es posible devolverles a estos pacientes de gran necesidad, su independencia y el control de sus vidas.