El 23 de junio de 2019 dos entrenadores personales puertorriqueños tuvieron un accidente de tránsito. La pareja, Rafael Rodríguez y Jane Castro, sufrió múltiples heridas.
Agencia Latina de Noticias Medicina y Salud Pública
El 23 de junio de 2019 dos entrenadores personales puertorriqueños ciclistas tuvieron un accidente de tránsito. La pareja, Rafael Rodríguez y Jane Castro, ambos ciclistas, sufrió múltiples heridas. Sin embargo, su voluntad y disciplina fue fundamental en su proceso de recuperación que se llevó a cabo en pocos meses, cuando los doctores le indicaron que por lo menos sería un año.
En entrevista con la Revista Medicina y Salud Pública (MSP), el entrenador personal Rafael Rodríguez afirmó que estaban entrenando para participar en una competencia Iron Man en Barcelona. Sin embargo, cuando salieron en bicicleta a las 6:30 a.m. fueron impactados por un vehículo. “Mi pareja quedó inconsciente y yo fui el único que quedé consciente. Los dos tuvimos heridas graves. A mi pareja la pelvis se le partió en dos pedazos, tuvo la nariz dislocada y la costilla rota. Por mi parte, las heridas fueron superficiales pero la parte posterior se desgarró “El procedimiento fue ese mismo día. Vino el maxilofacial, me vio y me dijo que me tenía que operar la nariz porque me la rompí. Ingresé a sala de cirugía a las 11:30 p.m. para operarme la nariz y bajarme un chichón que tenía en la frente en el lado izquierdo. Me siguieron haciendo estudios ese mismo día. Tenía dos costillas rotas, pelvis y cadera fracturada más todos los hematomas, raspaduras en el codo, el costado, la rodilla”. Los entrenadores ciclistas, que habían participado anteriormente en los Iron Man de Puerto Rico y triatlones locales fueron llevados a diferentes hospitales. A Rodríguez lo llevaron al CDT de Cataño y a Castro al Centro Médico de Río Piedras.
El ortopeda la atendió al día siguiente y le explicó el procedimiento al que se sometería. “Era ponerme un tornillo en la parte de atrás de la cadera y de la pelvis, cruzándome el sacro porque la desplacé con el impacto. En el peor caso si no sellaba con el tornillo entonces él me tenía que ajustar al frente con otras varillas pero todo iba a ser por fuera, nada interno”. Finalmente el procedimiento fue realizado el lunes a la 1:30 de la tarde y la primera opción fue suficiente. Castro asegura que su condición física como atleta le permitió aguantar a sus huesos esa intervención. Le dieron de alta el viernes de esa semana.
Recuperación en tiempo récord de ciclistas
“A ella le daban seis meses sin poder levantarse de la cama y para volver a entrenar casi un año. Le mandaron reposo absoluto y dieta”, contó Rodríguez.
Durante un mes, entre julio y agosto, Castro estuvo en cama sin poder moverse. Cuando su recuperación fue más estable, el ortopeda le indicó que se levantara e intentara caminar con un andador.
“Él ahí me manda unos tipos de ejercicios. La pierna derecha no me respondía porque me quedó bien débil, no tenía ningún tipo de movimiento. Mi deseo de recuperarme me motivó a hacer los ejercicios y con ayuda de todo un equipo de familiares no me dejaron sola”,
Pasaron los meses y su recuperación fue rápida. “El doctor estaba bien impresionado porque mi cuerpo reaccionó de una manera increíble. Al mes y medio del accidente empecé a ir en la piscina a hacer ejercicios de cardio”. En ese proceso sus hijos fueron esenciales, los consideró su roble.
Luego, con su fisiatra realizó terapia en su espalda baja. Además de las terapias médicas también realizaba ejercicios en casa lo que le permitió montarse en la bicicleta estática y luego salir a la calle a practicar con sus compañeros.
En noviembre de este año, a casi seis meses del accidente, empezó a correr 30 minutos. En diciembre, la pareja realizó el primer triatlón después del accidente. Su alimentación también fue bastante saludable. “En este momento estoy en un 85% ya de mi recuperación de mi condición física. No del todo pero vamos poco a poco. Lo que nos faltaba era correr a pie y esta semana estoy con mis 30 minutos. Estoy entrenando en el gimnasio a fortalecer mis piernas y necesitaba hacer máquinas. Aún las costillas me molestan, aún uno que otro día siento el tornillo”. Su meta es realizar el Iron Man 70.3 de Puerto Rico. Los familiares estaban preocupados, pero la positividad de Castro ayudó a calmarlos. “Lo fueron asimilando poquito a poco y ahora están sorprendidos, igual que los doctores, de su mejoría en tan poco tiempo”, dijo el entrenador personal a MSP.“La actitud de la persona es lo que los lleva a levantarse en este tipo de situación, porque si no ponen de su parte pues le puedes dar todo el entrenamiento del mundo y no se van a levantar. Todo depende de la persona”, concluyó Rodríguez.