Puerto Rico enfrenta un desafío significativo con la diabetes, especialmente en la época navideña, cuando las tradiciones culinarias presentan un reto único para el control de esta condición.
La prevalencia de diabetes en Puerto Rico es alarmante, y la Navidad es una época particularmente difícil para quienes viven con esta condición. Según la Dra. Mónica Santiago, endocrinóloga del Hospital Auxilio Mutuo, manejar la diabetes durante esta temporada es un reto constante debido al alto consumo de comidas típicas, que suelen estar cargadas de calorías y carbohidratos.
"Las comidas navideñas son bien altas en calorías y en carbohidratos. Un pastel de masa tiene casi 350, casi 400 calorías y 30 gramos de carbohidratos. Eso es bastante, y a veces vamos a una fiesta, dos fiestas en el mismo día", comentó.
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Aún así, esto no quiere decir que sea necesario privarse de los platillos navideños, pero sí consumirlos con moderación y planificación.
"No es que no comamos la comida navideña, pero tenemos que hacerla en porciones. Trate de hacer porciones pequeñas y planificar. Por ejemplo, yo les digo a mis viejitos: cómase un cantito de pastel, el otro se lo da a su viejito", sugirió.
Para los pacientes que utilizan insulina, la especialista aconseja ajustar las dosis según el consumo de carbohidratos, siempre bajo supervisión médica. No obstante, en el caso de los pacientes que toman medicamentos orales, la situación puede ser más complicada.
"A veces hay pacientes que ya están en sus dosis máximas, por lo tanto, es un poco más difícil el control".
Por otro lado, en cuanto a la automedicación que puede parecer una ´vía fácil´ tras el exceso de carbohidratos, la popularidad de medicamentos como los agonistas de GLP-1, utilizados para el control de la diabetes y la pérdida de peso, ha traído riesgos asociados con su uso indebido.
"He tenido pacientes que hasta se los han puesto todos los días. Es un medicamento que se utiliza una vez a la semana. Puede ser bastante peligroso, con efectos secundarios como pancreatitis aguda. Es importante que siga las instrucciones de su médico y no ajuste la dosis por cuenta propia".
Asimismo, y gracias a las nuevas tecnologías, es posible tener un control en tiempo real de su glucosa. Esto ha mejorado significativamente el manejo de la condición, incluso en pacientes que no dependen de insulina.
Sin embargo, cabe aclarar que estos dispositivos no sustituyen el monitoreo tradicional.
"Un sensor no es mejor que pincharse el dedito. Puede haber una diferencia de hasta 20 puntos entre el sensor y la muestra de sangre. Siempre digo al paciente que, si su sensor está sonando y no le parece a sus síntomas, como un bajón de azúcar, que se monitoree el dedo".
Mantener los niveles de azúcar controlados es crucial para evitar complicaciones graves como enfermedades cardiovasculares, retinopatías, nefropatías, neuropatías e incluso la pérdida de extremidades.
"No es solo lo que le vaya a pasar en el momento, sino lo que puede pasar en el futuro: un infarto al corazón, un derrame cerebral, pérdida de visión o de una extremidad. Por eso es tan importante seguir hablando de este tema", concluyó. "Queremos prevenir retinopatías, enfermedades cardiovasculares, problemas renales y neuropatías. Estas condiciones son comunes en pacientes que estuvieron mucho tiempo descontrolados", advierte la Dra. Santiago.