Lesiones por quemaduras aumentan en las festividades de diciembre: riesgos, prevención y tratamientos

Las quemaduras son responsables de aproximadamente 180,000 muertes anuales a nivel mundial.

Laura Guio

    Lesiones por quemaduras aumentan en las festividades de diciembre: riesgos, prevención y tratamientos

    Con la llegada del invierno, y de festividades de fin de año, el uso frecuente de chimeneas, estufas, pólvora y velas aumenta el riesgo de sufrir quemaduras

    Estas lesiones pueden causar daño físico y psicológico a largo plazo, afectando tanto a la calidad de vida como a la salud mental de los afectados. 

    Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), las quemaduras son responsables de aproximadamente 180,000 muertes anuales a nivel mundial, y los países de ingresos bajos y medianos representan el 90% de estas lesiones.

    En los Estados Unidos, las quemaduras afectan principalmente a niños menores de 16 años y adultos de entre 20 y 59 años, con una mayor incidencia en los hombres dentro de este grupo etario. Se estima que cada año ocurren aproximadamente 600,000 lesiones por quemaduras que requieren atención de emergencia en el país.

    Clasificación de las quemaduras y su tratamiento

    Las quemaduras se clasifican según su causa y la gravedad de la lesión, que depende de la profundidad y el tamaño. Las más comunes son:

    • Quemaduras de primer grado: Afectan solo la epidermis, causando enrojecimiento y dolor temporal.

    • Quemaduras de segundo grado: Afectan la dermis, causan ampollas y requieren atención médica para evitar infecciones.

    • Quemaduras de tercer grado: Son más profundas, afectando toda la dermis, y no causan dolor debido al daño a las terminaciones nerviosas.

    • Quemaduras de cuarto grado: Implican daño a tejidos más profundos como músculo o hueso y generalmente resultan en la pérdida de la parte afectada.

    El tratamiento para quemaduras graves incluye la escisión temprana del tejido dañado y el uso de injertos de piel autóloga, lo que permite una recuperación más rápida y reduce el riesgo de infección.

    Complicaciones a largo plazo: cicatrización y consecuencias psicológicas

    Las quemaduras graves pueden llevar a complicaciones a largo plazo, como cicatrices hipertróficas y contracturas, que afectan la movilidad y la apariencia física de los pacientes. 

    Estas cicatrices pueden tener un impacto negativo en la salud mental, causando ansiedad y trastornos emocionales. En algunos casos, se requiere cirugía reconstructiva para mejorar la calidad de vida.

    El tratamiento adecuado también debe abordar las complicaciones relacionadas con infecciones, ya que las quemaduras abren una puerta para microorganismos patógenos. Las infecciones bacterianas y fúngicas son comunes, y su manejo temprano es crucial para evitar complicaciones graves.

    Impacto en el sistema inmunológico y manejo quirúrgico

    Las quemaduras graves provocan una respuesta inflamatoria sistémica que compromete el sistema inmunológico del paciente, lo que aumenta la susceptibilidad a infecciones.

     La reanimación con líquidos intravenosos es esencial en el manejo de quemaduras severas, especialmente para prevenir el shock hipovolémico y mantener una perfusión adecuada.

    El tratamiento quirúrgico adecuado incluye la escisión temprana del tejido desvitalizado y la colocación de injertos de piel para acelerar la curación y reducir el riesgo de infección. En algunos casos de quemaduras extensas, los injertos de piel pueden ser suplementados con sustitutos artificiales de la piel.

    Quemaduras en las vías respiratorias y oculares: 

    Las quemaduras en las vías respiratorias son una complicación grave, especialmente después de explosiones o inhalación de gases calientes. Pueden causar obstrucción de las vías respiratorias y dificultad para respirar, lo que requiere intervención médica inmediata para asegurar una vía aérea despejada.

    Por otro lado, las quemaduras oculares, aunque menos comunes, pueden resultar en pérdida permanente de visión. El manejo temprano, que incluye irrigación ocular y tratamientos especializados, es fundamental para prevenir daños permanentes.

    La mayoría de las lesiones por quemaduras son prevenibles. La prevención, a través de la educación y la implementación de medidas de seguridad, es clave para reducir el número de lesiones.


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