Investigadores descubren que el compuesto SYM2081 inhibe los mastocitos y podría ser clave para tratar la picazón y otros síntomas de afecciones dérmicas.
Un estudio de la Universidad de Pittsburgh (EE. UU.), liderado por Daniel Kaplan, profesor de dermatología e inmunología en Pitt, publicado en Science Translational Medicine, sugiere que un nuevo enfoque para tratar la rosácea y otras afecciones inflamatorias de la piel podría estar cerca.
La rosácea es una afección cutánea común que provoca enrojecimiento persistente en la cara, además de la aparición de pequeños bultos con pus y la dilatación de los vasos sanguíneos.
Sus síntomas pueden empeorar durante semanas o meses y luego desaparecer temporalmente. A menudo, la rosácea se confunde con el acné, la dermatitis u otras afecciones dérmicas.
Hasta el momento, no hay cura para esta afección, pero es posible controlarla usando medicamentos, implementando un cuidado de la piel no abrasivo y evitando los factores que desencadenan los brotes.
Tratamiento para la prevención de la picazón y urticaria
Los investigadores descubrieron que un compuesto llamado SYM2081 inhibía los mastocitos que impulsan la inflamación en modelos de ratón y muestras de piel humana, allanando el camino para nuevos tratamientos tópicos para prevenir la picazón, la urticaria y otros síntomas de afecciones de la piel impulsadas por mastocitos.
Cabe aclarar que los mastocitos son células residentes de los tejidos, con una larga vida media y que juegan un importante papel en muchas reacciones inflamatorias, como la defensa frente a infecciones parasitarias y las reacciones alérgicas.
Los mastocitos contienen gránulos con histamina y otros compuestos que, al activarse, desencadenan respuestas inflamatorias. Este proceso, llamado desgranulación, es crucial para defenderse de amenazas como venenos o bacterias, pero su activación incorrecta puede causar reacciones alérgicas como hinchazón, urticaria, picazón e incluso anafilaxia.
En investigaciones previas, Kaplan y su equipo descubrieron que las neuronas de la piel liberan glutamato, un neurotransmisor que regula la actividad de los mastocitos.
Este hallazgo surgió tras la observación de que, al eliminar estas neuronas o inhibir el receptor que reconoce el glutamato, los mastocitos se volvían hiperactivos, desencadenando una mayor inflamación.
Este proceso llevó a los investigadores a preguntarse si, al activar el receptor de glutamato, podrían reducir la inflamación al suprimir la actividad de los mastocitos.
Para probar esta hipótesis, los investigadores analizaron SYM2081, un compuesto que activa específicamente un receptor de glutamato llamado GluK2, presente casi exclusivamente en los mastocitos.
Los resultados fueron sorprendentes: el SYM2081 suprimió eficazmente la desgranulación y proliferación de mastocitos en muestras de piel tanto de ratones como de humanos. Además, cuando los ratones recibieron una crema tópica con SYM2081 antes de inducirles síntomas similares a la rosácea o eczema, la inflamación y otros síntomas de la enfermedad fueron considerablemente más leves.
Estos resultados sugieren que la activación del receptor GluK2 podría ser una vía prometedora para reducir los síntomas de la rosácea, una enfermedad crónica que provoca enrojecimiento facial, engrosamiento de la piel y brotes similares al acné.
Según Kaplan, aunque existen tratamientos efectivos para algunas formas de rosácea, muchos se centran en antibióticos y sólo abordan parcialmente los síntomas, especialmente el enrojecimiento, que sigue siendo una necesidad no satisfecha. "Nuestro estudio sugiere que suprimir la función de los mastocitos mediante la activación de GluK2 podría ayudar a reducir el enrojecimiento asociado con la rosácea", explica Kaplan.