Experta destaca la importancia de la educación y el seguimiento en los padres para el manejo adecuado de enfermedades de la piel, como la psoriasis y la dermatitis atópica en pacientes pediátricos.
Dos de las condiciones cutáneas más comunes en niños son la dermatitis atópica y la psoriasis. Aunque ambas son enfermedades crónicas que afectan la piel, existen claves fundamentales para diferenciarlas en pacientes pediátricos.
Por lo mismo, en una entrevista exclusiva de la revista Medicina y Salud Pública con la Dra. Tania Gonzalez Santiago, dermatóloga abordó cómo diferenciar la dermatitis atópica y la psoriasis en niños, las posibles causas genéticas de ambas condiciones, y los tratamientos más efectivos para aliviar los síntomas
"La dermatitis atópica es una condición que por lo general comienza desde la edad temprana, puede comenzar desde los seis meses de edad y lo que lleva esta condición es que la piel esté enrojecida, irritada, que parezca que está reseca y por lo general muestra un tipo de incomodidad en donde todo el tiempo está rascándose" Explicó la Dra. Gonzalez.
Por su parte la psoriasis, suele presentarse a partir de los 2 años, en un estadio algo más avanzado de la infancia.
"Es muy raro ver psoriasis en pacientes de seis meses, ya que esta condición se presenta más tarde. En los niños, la psoriasis tiende a ser más localizada, en áreas como el pañal o el cuero cabelludo, y generalmente no responde a cremas o aceites comunes", detalla la especialista.
Así mismo, la psoriasis es una enfermedad autoinmune en la que el sistema inmunológico ataca las células de la piel. Esto acelera el ciclo de renovación celular, lo que hace que las células de la piel se acumulen rápidamente en la superficie, formando placas.
Características de las lesiones
Las lesiones de la dermatitis atópica suelen ser rojizas, secas, con escamas finas y a menudo muy pruriginosas (picazón intensa). Suele afectar más a los pliegues de la piel (como delante de los codos, detrás las rodillas y alrededor de los ojos) y es común en niños, aunque también afecta a adultos.
Por otro lado, en la psoriasis las placas son más gruesas, rojas o rosadas, con escamas plateadas características. Las lesiones suelen ser más bien delimitadas y tienden a aparecer en áreas como los codos, las rodillas, el cuero cabelludo y la parte baja de la espalda. También puede ser más visible en adultos.
Causas genéticas: ¿un factor predisponente?
En cuanto a las causas de ambas enfermedades, la dermatóloga menciona la predisposición genética como un factor común. "Ambas condiciones tienen un componente genético. La dermatitis atópica, por ejemplo, se asocia con un gen llamado filagrina, responsable de la función de la barrera cutánea. Sin embargo, este gen sólo está presente en el 30% de los pacientes", señala.
La psoriasis, aunque también tiene una predisposición genética, aún se encuentra en proceso de estudio a nivel molecular. "Se estima que un 10% de los pacientes con psoriasis tienen antecedentes familiares. A pesar de ello, no conocemos un solo gen específico relacionado con la psoriasis", aclara la Dra. González.
Tratamientos para el alivio de los síntomas
El tratamiento para ambas condiciones varía dependiendo de la gravedad de la enfermedad, pero en términos generales, la dermatóloga resalta la importancia de un enfoque integral que incluya tanto medicamentos como cambios en el estilo de vida.
Para los pacientes con dermatitis atópica, la Dra. González recomienda "humectar la piel con cremas sin fragancias, sin colores y completamente libres de preservativos". Además, en casos moderados o severos, recomienda baños con cloro diluido, una estrategia que sorprende a muchos padres.
"El objetivo es prevenir infecciones, ya que la barrera cutánea no está funcionando adecuadamente", explica.
Por otro lado, en la psoriasis, es esencial considerar el peso del niño. "La psoriasis está vinculada a la obesidad, por lo que controlar el índice de masa corporal es fundamental", señala la dermatóloga.
También recomienda la exposición al sol en ciertos horarios para mejorar los síntomas, así como el uso de medicamentos tópicos derivados de la vitamina D en combinación con esteroides. "Recientemente, los medicamentos biológicos han mostrado buenos resultados, incluso en pacientes tan jóvenes como los seis años", añade.
El impacto emocional y social en los pacientes y sus familias
La dermatóloga finaliza señalando que es importante un tratamiento multidisciplinar enfocado en ayudar al paciente y también a su núcleo familiar.
"No solo el paciente de dermatitis atópica y psoriasis se ve afectado por la condición, sino también su núcleo familiar, su mamá, sus cuidadores, porque estos pacientes muestran a veces un mal humor y como niños no entienden cuál es la causa de su mal humor y su desesperación por rascarse y sus síntomas." Concluye.