Las vacunas intranasales podrían producir anticuerpos y atraer otros componentes del sistema inmunitario a la nariz y las vías respiratorias altas formando una primera línea de defensa contra la infección.
Si ocurre la infección por el COVID-19 se puede tener una respuesta local en la nariz más rápida que la sistémica, por lo tanto, hace que la probabilidad de replicarse del COVID-19 disminuya.
“La investigación indica que estos tipos de vacunas deberían desencadenar respuesta inmunitaria especializada en las vías nasales, de esta forma puede ayudar a detectar el virus en lugar de la infección y reducir la transmisión”, dijo Troy Randall a Medscape.
Por otra parte, Debora Fuller afirmó: “La inmunidad de la mucosa contra enfermedades respiratorias es una mina de oro para las vacunas relativamente inexploradas”.
Una investigación realizada por Fuller y sus colaboradores arrojaron que las respuestas inmunitarias en la mucosa pueden limitar mejor la replicación viral y las respuestas inmunitarias localizadas en la sangre.
“Si se tiene células inmunitarias localizadas en el sitio inicial donde el virus infecta podría suprimir el mismo antes que tenga oportunidad de replicarse”, agregó.
“Las vacunas intranasales podrían tener ventajas para reducir intercurrentes. Recientemente hemos observado este tipo de infecciones por el COVID-19 en personas vacunadas”, señaló Fuller.
Los anticuerpos atraen mucha atención, pero otros componentes del sistema inmunitario juegan papeles importantes en la respuesta a las infecciones víricas como las causadas por el COVID-19. Después que los niveles de anticuerpo comienzan a desaparecer, las células de memoria como son las T permanecen en circulación o en las superficies mucosas donde pueden recoger patógenos y reactivarse para combatir infecciones futuras.
Tanto las células B y T de memoria en el pulmón y las vías nasales actúan como primeras respondedoras no redundantes para atacar la infección, según los expertos.
Seis de las vacunas intranasales que están en estudio son vacunas de virus vivos atenuados de virus; la séptima es una vacuna de subunidad de proteína y este tipo de vacunas de virus vivos atenuados ofrecen muchas ventajas.
“Los científicos han alterado el virus vivo de manera que es improbable que produzca enfermedad, pero aún así desencadenará respuesta inmunitaria robusta”, explican los expertos.
También los virus vivos atenuados retienen la capacidad de replicación y están contraindicados en lactantes menores de 2 años, personas mayores de 49 años o personas inmunodeprimidas.
“Estas vacunas de virus no son tecnologías de conectarse y usar como las vacunas de ARN mensajero en las que se utiliza el mismo esqueleto y simplemente se extrae la secuencia para la siguiente variante del virus”, dijo Randall, profesor de inmunología clínica y reumatología del Departamento de Medicina de la Universidad de Alabama, en Estados Unidos.
Los niveles moderados de inmunoglobulina G circulante no aparecerán en la nariz y no neutralizan una vacunación subsiguiente con el SARS.CoV2 vivo atenuado.