Ya se desarrolló una vacuna a base de proteínas para la COVID-19 y será administrada por la nariz.
El equipo de BioMAP, del Instituto Nacional de Investigación para la Agricultura, la Alimentación y el Medioambiente, en conjunto con el departamento de estudio de Enfermedades Infecciosas y Salud Pública, de la Universidad de Tours, Francia, ha desarrollado una vacuna a base de proteínas para la COVID-19.
Dicha vacuna será administrada por la nariz (ISP) y puede desencadenar una respuesta inmune a nivel sistémico, parecido al de las vacunas intramusculares tradicionales, pero a nivel de las mucosas.
Estos ensayos clínicos han dado buenos resultados en Francia, hasta el punto de que dos organismos públicos han presentado una demanda para obtener la patente del modelo.
Protección total
De acuerdo con Isabelle Dimier-Poisson, la responsable del equipo BioMAP, los ensayos en ratones han arrojado un "100 % de supervivencia", en los ejemplares vacunados de esta manera y luego infectados con COVID-19. En cambio, los ratones que no fueron vacunados, fallecieron.
El presidente del instituto de investigación, Inrae, Philippe Mauguin, afirmó que: "Los animales vacunados están protegidos al 100 % contras las formas sintomáticas y, en principio, contra las formas graves del virus. Y, al tener muy poca carga viral, ya no son contagiosos, lo cual supone uno de los aspectos interesantes de la vía nasal".
Al respecto, los investigadores Frances Lynd y Troy Randall aseveran que las vacunas intranasales muestran dos capas suplementarias de protección, en comparación con las vacunas intramusculares.
La directora de la investigación del Inserm, y líder de un equipo del Instituto Pasteur de Lille, Nathalie Mielcarek, señaló que: "Cuando el virus infecta a una persona, generalmente entra por la nariz, así que la idea es cerrar esa puerta de entrada".
"Con las vacunas intramusculares la respuesta inmunitaria en las mucosas no es muy duradera ni muy fuerte, por lo que es más ventajoso inmunizar a nivel nasal", concluyó la directora de investigaciones del Instituto Cochin, la inmunóloga Morgane Bomsel.
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