La hipertensión una afección que se ha duplicado en todo el mundo en los últimos 30 años

Casi la mitad de las personas hipertensas desconocen su condición y más de la mitad no han recibido tratamiento.

Javier Erazo

    La hipertensión una afección que  se ha duplicado en todo el mundo en los últimos 30 años

    Según un artículo publicado en The Lancet, a pesar de ser fácil de diagnosticar y relativamente fácil de tratar con medicamentos de bajo coste, casi la mitad de las personas con hipertensión en todo el mundo en 2019 desconocían su condición; y más de la mitad de las mujeres (53 por ciento) y los hombres (62 por ciento) con hipertensión no han sido tratados.

    Las grandes mejoras en las tasas de tratamiento y control observadas en algunos países de ingresos medios, como Costa Rica, Kazajstán, Sudáfrica, Brasil, Turquía e Irán, en las últimas tres décadas demuestran que la ampliación de la cobertura sanitaria universal y el fortalecimiento de la atención primaria han sido fundamentales para mejorar la atención a la hipertensión y reducir la carga de esta enfermedad.

    Los autores recuerdan que la hipertensión arterial está directamente relacionada con más de 8,5 millones de muertes al año en todo el mundo y es el principal factor de riesgo de ictus, cardiopatía isquémica, otras enfermedades vasculares y enfermedades renales. Reducir la presión arterial puede reducir el número de ictus en un 35-40 por ciento, los infartos de miocardio en un 20-25 por ciento y la insuficiencia cardíaca en un 50 por ciento, aproximadamente.

    "A pesar de los avances médicos y farmacológicos de las últimas décadas, el progreso mundial en el tratamiento de la hipertensión ha sido lento, y la gran mayoría de las personas con hipertensión siguen sin tratamiento, con grandes desventajas en los países de ingresos bajos y medios", afirma Majid Ezzati, del Imperial College London (Reino Unido), autor principal del estudio.

    "Nuestro análisis ha revelado la existencia de buenas prácticas en el diagnóstico y tratamiento de la hipertensión no solo en los países de renta alta, sino también en los de renta media –prosigue-. Estos éxitos demuestran que la prevención de la hipertensión y la mejora de su detección, tratamiento y control son factibles en los entornos de ingresos bajos y medios si los donantes internacionales y los gobiernos nacionales se comprometen a abordar esta importante causa de enfermedad y muerte".

    "Para frenar la creciente epidemia de hipertensión arterial en los países de ingresos bajos y medios, es preciso financiar y aplicar políticas que permitan a los habitantes de los países más pobres acceder a alimentos más saludables; en particular, reducir el consumo de sal y hacer que la fruta y las verduras sean más asequibles y accesibles, así como mejorar la detección mediante la ampliación de la cobertura sanitaria universal y la atención primaria, y garantizar el acceso ininterrumpido a medicamentos eficaces", añade el investigador.

    La Colaboración de Factores de Riesgo de Enfermedades No Transmisibles (NCD-RisC) analizó los datos de 1.201 estudios representativos de la población, en los que participaron 104 millones de personas de 184 países (que cubren el 99 por ciento de la población mundial). Los autores solo utilizaron datos de estudios que habían medido la presión arterial para evitar los sesgos de los datos autodeclarados.

    Se utilizaron modelos para estimar la prevalencia de la hipertensión y la proporción de personas con hipertensión que tenían un diagnóstico previo, que tomaban medicación antihipertensiva y cuya hipertensión estaba controlada por debajo de 140/90 mmHg, por país, año y edad.

    Aunque el estudio proporciona las primeras estimaciones comparables de la prevalencia, el diagnóstico, el tratamiento y el control de la presión arterial en adultos para todos los países del mundo, puede verse afectado por la falta de datos en algunos países, especialmente en Oceanía y el África subsahariana.

     

    Estancamiento de la prevalencia mundial

    Si bien la prevalencia mundial estandarizada por edad en adultos ha permanecido prácticamente sin cambios en los últimos 30 años las tasas han disminuido considerablemente en los países de ingresos altos como Alemania, España, Canadá, Suiza y el Reino Unido,  pero han aumentado o permanecido sin cambios en muchos países de ingresos bajos y medios. 

    Canadá y Perú tenían la proporción más baja de personas con hipertensión en 2019, alrededor de una de cada 4. Taiwán, Corea del Sur, Japón y algunos países de Europa occidental, incluidos Suiza, España y el Reino Unido, tenían las tasas de hipertensión más bajas en mujeres, mientras que Eritrea, Bangladesh, Etiopía y las Islas Salomón tenían las tasas más bajas en los hombres. 


    Lento despliegue del tratamiento y el control global en las naciones más pobres

    El tratamiento y el control han mejorado en la mayoría de los países desde 1990, con mejoras particularmente grandes observadas en países de ingresos altos como Canadá, Islandia y Corea del Sur y en países de ingresos medios y altos como Costa Rica donde más del 65% de los adultos con hipertensión fueron tratados. 

    Sin embargo, ha habido pocos cambios en los países de ingresos bajos y medios de África y Oceanía, Nepal e Indonesia donde menos de una cuarta parte de las mujeres y menos de una quinta parte de los hombres con hipertensión estaban siendo tratados en 2019, y menos del 10 por ciento tenían la presión arterial bien controlada.

    Las bajas tasas de detección y tratamiento que persisten en las naciones más pobres del mundo, junto con el creciente número de personas que tienen hipertensión, trasladarán una parte cada vez mayor de la carga de las enfermedades vasculares y renales debido a ello hay que acelerar la mejora de la capacidad de estos países para detectar y tratar la hipertensión en el marco de la atención primaria y la cobertura sanitaria universal.


    Referencia: Lancet. 2021. doi: 10.1016/S0140-6736(21)01330-1

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