Electrofisiología y anormalidad del flujo eléctrico del corazón

Las afecciones cardíacas, son consideradas la mayor causa de muerte en el mundo y aunque son prevenibles y tratables, la disciplina del paciente es vital.

Alexander Triana Yanquén

    Electrofisiología y anormalidad del flujo eléctrico del corazón

    El pasado 15 de febrero se llevó a cabo, desde el Centro Cardiovascular de Puerto Rico y El Caribe, el Simposio Cardiovascular: “tu salud cardíaca en buenas manos", un evento exclusivo de la Revista de Medicina y Salud Pública.

    Diversos profesionales del área del cuidado de la salud del corazón, se reunieron en el evento para abordar temáticas relacionadas con la prevención y avances en la lucha contra las afecciones cardíacas, consideradas como la principal causa de muerte en el mundo.

    Es así como el Dr. Daniel Arzola Castañer, electrofisiólogo, intervino como panelista para hablar sobre el gran problema que enfrentan los cardiólogos, el cual consiste, en su mayoría, en la educación y falta de disciplina de la población puertorriqueña sobre su condición. 

    Impulso eléctrico cardíaco y el historial del paciente

    Para empezar, es importante que comprendamos algo vital: para latir, el corazón necesita un impulso eléctrico; una falla en este sentido puede producir que el músculo cardíaco bombee sangre más lento o tan rápido que no se pueda cumplir con esta función, desarrollando así diferentes afecciones cardíacas como arritmias, fallo cardíaco, y otros. 

    Explica el Dr. Arzola que “los pacientes con estos problemas podrían sentir palpitaciones o llegar a desmayarse, incluso fatiga”. Aclara que estos síntomas no son indicio directo de una anormalidad del flujo eléctrico del corazón

    La electrofisiología se encarga de analizar y estudiar los procesos eléctricos que transcurren en distintos órganos, tejidos y estructuras de nuestro cuerpo, como el corazón, los músculos o el cerebro. Su aplicación en la práctica clínica nos ayuda a observar y a diagnosticar distintas patologías y enfermedades.

    Retos entre el antes y el ahora 

    En palabras del Dr. Arzola: “Antes el reto era que los pacientes llegaran, que hubiese consciencia en la comunidad y en la misma cardiología en general, que los pacientes tenían unos riesgos particulares”, dice.

    Agrega que en su experiencia, ha tratado muchos pacientes que presentan riesgo de muerte súbita y “para salvar una persona con esas condiciones se tenía que hacer conciencia de que el paciente tenía que ver un cardiólogo y un electrofisiólogo para prevenir esa situación, y el resultado en muchas veces era un desfibrilador”, detalla. 

    Continuó explicando que esto mejoró con el tiempo y la población general y el cuerpo médico, fueron tomando conciencia de dichos riesgos y del papel multidisciplinar que tienen, logrando así que los pacientes fuesen referidos. No obstante, “ahora el reto es que se entienda que no es solo eso, sino hay que ver la calidad de vida y que se cumpla con el tratamiento médico”, enfatiza.

    “A lo largo de estos años se han presentado adelantos en el tratamiento de la medicina y al igual que un desfibrilador, quizás hasta más, prolongan la vida del paciente”, sostuvo el galeno. 

    Pacientes curiosos

    Sin embargo, con los avances tecnológicos, la llegada de internet, y la conciencia del paciente, han permitido que hoy día lleguen a consulta con preguntas y cuestionamientos, que en ocasiones representan un reto profesional porque muchas veces las personas asumen que la verdad está en la web y desconocen la importancia de los chequeos médicos.

    “No tengo ningún problema en que el paciente utilice el internet para documentarse y lo importante es que lo discutan con el doctor. No tiene nada de malo y por el contrario, es bueno que estén informados, pero debe ser justamente para eso, para consultar con el especialista”, asegura.

    El impacto del cernimiento

    “La mayoría de los pacientes que veo, son personas que ya tienen unas condiciones cardíacas diagnosticadas o que deben diagnosticarse. Aunque en teoría, cualquier persona con un corazón sano, podría tener un problema de ritmo cardíaco. Lo más común que vemos son condiciones adquiridas y en muchas de ellas contribuye nuestro historial familiar y herencia, pero también por nuestro estilo de vida”, afirma el galeno.

    Asegura el Dr. Arzola que usualmente, la mayoría de los pacientes que atiende, han pasado por el cernimiento de un cardiólogo antes de verle a él, y en su momento, cada persona con afecciones cardíacas,  entra en la mira de un grupo multidisciplinar en el que se discute su caso para saber las maneras de atender las condiciones que presenten de manera exhaustiva. 

    Tratamiento y el seguimiento

    Es así, como entran en operación los electrofisiólogos, quienes están entrenados para realizar intervenciones que ayuden al paciente. Aunque, asegura el Dr. Arzola que “lo mejor siempre será la prevención y ésta va a ser similar a las demás condiciones cardiovasculares: tratar la hipertensión, la diabetes, el colesterol”.

    “Muchos de nuestros tratamientos son intervenciones que pueden ser de hecho: tipos de cateterismo, como los famosos marcapasos y desfibriladores. Esto requiere un seguimiento, el cual lo realizamos entre el doctor que implantó y el cardiólogo, porque poner estos aparatos no es solamente la ayuda que necesita el paciente, y por eso en conjunto se  benefician con el tratamiento médico”, detalla.

    Además, es importante destacar que el uso de técnicas como la ablación por catéter, el implante de marcapasos, requiere de un cuidado especial porque estos dispositivos con el tiempo también se desgastan y se hace necesario removerlos y reemplazarlos para brindarle al paciente una prolongación y calidad de vida. 

    Sostuvo el galeno que muchos de los tratamientos hoy día, se basan en los medicamentos que está tomando el paciente antes de ver al electrofisiólogo, y en gran parte cuando se habla de fallo cardíaco. No obstante, enfatiza que se puede implantar un desfibrilador, y es probable que le alargue la vida a la persona, “pero no solo se trata de alargar la vida, sino que tenga una calidad de vida”.

    “Por eso, siempre que me vayan a ver, van escuchar que pregunto: ¿Ya viste a tu cardiólogo? ¿Cómo están tus medicinas? Porque todo eso es parte del seguimiento que hacemos nosotros”, concluye el Dr. Arzola, haciendo un llamado al cuidado y conciencia que debe tener cada paciente con afecciones cardiovasculares. 

    Vea el Simposio completo acá:

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