Nobel de Medicina 2025 premia a los descubridores de las células T: claves en enfermedades autoinmunes

El galardón reconoce a los científicos Mary E. Brunkow, Fred Ramsdell y Shimon Sakaguchi por sus hallazgos pioneros sobre las células T reguladoras, un avance decisivo en la comprensión y el tratamiento de las enfermedades autoinmunes.

Katherine Ardila

    Nobel de Medicina 2025 premia a los descubridores de las células T: claves en enfermedades autoinmunes

    El Instituto Karolinska de Estocolmo otorgó este lunes el Premio Nobel de Medicina 2025 a los científicos estadounidenses Mary E. Brunkow y Fred Ramsdell y al japonés Shimon Sakaguchi por sus descubrimientos sobre la tolerancia inmune periférica. 

    Sus trabajos, realizados de forma independiente pero complementaria, lograron identificar y caracterizar a los "guardianes" del sistema inmunitario: las células T reguladoras.

    Estas células actúan como un freno esencial del sistema inmunológico, previniendo que las defensas del cuerpo ataquen por error los propios tejidos y órganos. Este mecanismo es fundamental para evitar la aparición de enfermedades autoinmunes como la esclerosis múltiple, la diabetes tipo 1 o la artritis reumatoide.

    El jurado destacó la trascendencia de su trabajo. "Sus descubrimientos han sido fundamentales para nuestra comprensión del funcionamiento del sistema inmunitario y por qué no todos los humanos desarrollamos enfermedades autoinmunes", ha señalado Olle Kämpe, presidente del jurado.

    Mary E. Brunkow, Fred Ramsdell y Shimon Sakaguchi compartirán el premio "por sus descubrimientos fundamentales relacionados con la tolerancia inmunitaria periférica", anunció el Comité Nobel el lunes en una ceremonia en Estocolmo, Suecia.

    Mary E. Brunkow, Fred Ramsdell y Shimon Sakaguchi compartirán el premio "por sus descubrimientos fundamentales relacionados con la tolerancia inmunitaria periférica", anunció el Comité Nobel el lunes en una ceremonia en Estocolmo, Suecia. Foto: Getty Images.

    La perseverancia que desveló un nuevo sistema

    Durante décadas, el dogma central sostenía que la tolerancia inmunitaria (la capacidad de no atacar al propio cuerpo) se adquiría únicamente en el timo, un órgano del sistema linfático, mediante un proceso llamado tolerancia central. En este mecanismo, las células inmunitarias potencialmente dañinas eran simplemente eliminadas antes de salir al torrente sanguíneo.

    Sin embargo, a partir de 1995, Sakaguchi comenzó a remar a contracorriente. Su investigación, hasta el día de hoy, demostró que el sistema era más complejo y logró aislar una clase de células inmunes previamente desconocida que, lejos de atacar, protegía activamente al cuerpo de las enfermedades autoinmunes. Había descubierto las células T reguladoras.

    Mientras tanto, al otro lado del Pacífico, Brunkow y Ramsdell abordaban el misterio desde la genética. En 2001, investigaban por qué una cepa de ratones, llamada 'scurfy', desarrollaba de forma catastrófica enfermedades autoinmunes. Su trabajo los llevó a descubrir que estos ratones presentaban una mutación en un gen crucial, al que bautizaron como Foxp3.

    La gran revelación llegó cuando demostraron que las mutaciones en el equivalente humano de este gen eran las causantes de una enfermedad autoinmune grave y poco común, el síndrome IPEX. 

    Este hallazgo conectó directamente el interruptor genético con la función de las células T reguladoras, proporcionando la prueba molecular que consolidaba la teoría.

    Posibles tratamientos nuevos 

    El comité del Nobel ha puntualizado que sus descubrimientos "han impulsado el desarrollo de posibles tratamientos médicos que actualmente se evalúan en ensayos clínicos". 

    Estas nuevas terapias buscan modular la actividad de las células T reguladoras, ya sea para frenar enfermedades autoinmunes o, en el caso del cáncer, para liberar los frenos y permitir que el sistema inmunitario ataque los tumores.

    Con este anuncio se inicia la semana de los Nobel. Este martes se dará a conocer el premio de Física y el miércoles el de Química. Cada galardón está dotado con 11 millones de coronas suecas, equivalentes a aproximadamente un millón de euros. La ceremonia oficial de entrega se celebrará, como es tradición, el 10 de diciembre en Estocolmo.

    El Nobel de Medicina 2025 se inscribe así en la estela de los grandes descubrimientos transformadores. En 2024, el premio reconoció a Victor Ambros y Gary Ruvkun por su hallazgo de los microARN. 

    El año anterior, fue para Katalin Karikó y Drew Weissman, cuyas investigaciones sobre el ARN mensajero hicieron posibles las vacunas contra la COVID-19. Y en 2022, Svante Pääbo fue galardonado por desvelar los secretos genéticos de los humanos extintos, reescribiendo la historia de nuestra evolución.



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