Hoy por miedo a contagio de COVID-19 la donación de sangre se ha disminuido significativamente.
Eduardo Najar
Agencia Latina de Noticias de Medicina y Salud Pública
En Puerto Rico, el Centro Médico es la entidad principal encargada de proveer a los hospitales de la isla sangre y componentes con el fin de ayudar con los diversos procedimientos quirúrgicos, donde se requiere algún tipo de transfusión. Hoy por miedo a contagio de COVID-19 la donación de sangre se ha disminuido significativamente.
En exclusiva para la Revista Medicina y Salud Pública (MSP), la doctora Consuelo Climent, patóloga, catedrática del Recinto de Ciencias Médicas y directora del Laboratorio Clínico y Banco de Sangre de Centro Médico realiza un gran énfasis en la importancia de los donantes, de qué forma se hacen estas campañas con el objetivo principal de suministrar y abastecer a todos los hospitales que requieren de algún tipo de sangre y cuyos procesos quirúrgicos son de alta gravedad o manejan pacientes con tipologías altamente peligrosas.
“La sangre y sus componentes son muy necesarios para cualquier entidad de salud que brinde un servicio médico, por ejemplo, nosotros nos encargamos de proveer a muchos hospitales entre los que están: el Hospital Universitario de Adultos, Hospital Universitario Pediátrico, Hospital Municipal, Hospital Industrial, además del Centro de Trauma, estas entidades cuentan con unidades de hematología y oncología, y en especial este tipo de pacientes necesitan un alto grado transfusiones, así mismo, como la unidad de trauma, es primordial y extremadamente relevante que se tenga en cuenta pues estas personas son totalmente dependientes de algún tipo de transfusión, así como aquellos procedimientos arduos y complejos que se llevan a cabo en las salas de cirugía; en sí el banco de sangre es muy valioso”, explicó la doctora Climent.
Actualmente, no hay una gran proporción de reservas de sangre, pues las diversas catástrofes naturales han impedido que las personas lleguen a los diferentes puntos de bancos y transfusiones, este es el motivo principal por el que hay un gran número de escasez en las reservas de sangre.
“En enero, por ejemplo, hubo un terremoto lo que ocasionó que las donaciones externas se suspendieran, éste tipo de donaciones se hacen por medio de empresas, iglesias y escuelas, es decir, lugares en los que existe un gran número de personas y que pueden ayudar y aportar ya sea con sangre o plaquetas para salvar vidas, más adelante llegó la epidemia del COVID-19 y por las decisiones tomadas por parte del gobierno y por el confinamiento también perjudicó los inventarios de las mismas”, advirtió la galena.
Además, comentó para MSP que se debe tener en cuenta que no se alberga lo suficiente para evitar la temporada de huracanes que se aproxima, y sus amplias consecuencias o cualquier tipo de calamidad, lo que puede incrementar la mortalidad en la isla, también es imposible que se pueda posponer algún tipo de cirugía, es por eso que aunque los donantes hayan disminuido, el número de sangre necesaria debe ser la misma, pacientes con leucemia, o con diversas enfermedades crónicas que no dan espera.
Es importante tener en cuenta que por el momento no hay un gran número de donantes para abastecer por completo a todos los hospitales, y que el rango adecuado para transfusiones de sangre debe ser a 60 personas diarias, y en plaquetas de 10 a 12 personas, pero éstos índices han disminuido a la mitad por lo que el 40% de los donantes permanentes no han vuelto al banco o a las diversas entidades encargadas de las transfusiones en Puerto Rico.
“Es esencial demostrar que por ningún motivo científico se ha confirmado que las transfusiones son un método de contagio para COVID-19, todo lo contrario, se manejan en las instituciones de estos procedimientos, todos los protocolos necesarios para una efectiva y limpia transfusión, donde la bioseguridad se garantiza, la donación de sangre es una de las amplias herramientas con las que cuenta la medicina para poder salvar vidas, se necesita y de manera urgente, para evitar cualquier tipo de infortunio e incluso la muerte”, concluyó la patóloga.