La artritis reumatoide afecta el revestimiento de las articulaciones y causa una hinchazón dolorosa
La artritis reumatoide (AR), al ser una condición inflamatoria crónica sistémica, afecta las coyunturas y tiene potencial de desarrollar inflamación en los órganos internos. Por ello, se realizaron una serie de recomendaciones en cuanto a los tratamientos para esta condición dolorosa de las articulaciones.
En algunos casos se recurre a los analgésicos, como el paracetamol o acetaminofén en primera línea en antiinflamatorios esteroideos y no esteroideos (AINE), dependiendo del grado de la inflamación.
En caso de acudir a los esteroideos, estos se indican por periodos cortos, a manera de puente para empezar con modulares antiinflamatorios no esteroideos que se pueden continuar utilizando como parte del tratamiento.
Cuando se habla de moduladores, la condición de la inflamación es inhibir toda la citoquina inflamatoria que produce el sistema inmune, en donde el cuerpo es atacado por el propio sistema inmunitario, y se utilizan con el fin de modular dicha inflamación.
Este sistema se controla con la primera etapa de moduladores tradicionales o sintéticos que son tres:
Metotrexato, medicamento estándar para la artritis reumatoide, Cloroquina y sulfasalazina.
Estos tres medicamentos vienen siendo el primer escalón de modulador de la AR, solos o en combinación, utilizando dos de ellos o los tres, que es la llamada triple terapia que se ha utilizado en el mundo por años.
Tratamientos biológicos
Los inhibidores del factor necrosis tumoral (TNF), son un tipo de proteínas inmunes, también conocidas como anticuerpos monoclonales, y se añaden al tratamiento cuando hay una respuesta incompleta, por ejemplo, al metotrexato.
Aunque se puede utilizar cualquier tratamiento biológico como monoterapia, se ha comprobado que es más efectivo en combinación con el metotrexato.
Son cinco los inhibidores de TNF disponibles hasta el momento y se conocen por ser una opción que reduce la inflamación y detiene el avance de la enfermedad.
Si hay un fallo terapéutico a alguno de los cinco, se podría buscar la alternativa de sustituir, pues, aunque las moléculas no son iguales, el mecanismo de acción sí es parecido, entonces es adecuado y válido reemplazarlo por otro TNF inhibidor del factor de necrosis tumoral alfa.
En el caso de que ocurra un fallo terapéutico con dos de estos medicamentos, no se debe insistir en alternativas del mismo grupo, sino que se debe buscar otro mecanismo de acción molecular.
"Los biológicos pueden ser sustancias monoclonales o anticuerpos, y estos anticuerpos, como son sustancias que se inyectan, no viene más que por dos vías, por vena o subcutánea", explicó el reumatólogo José Rodríguez Santiago.
Inhibidores de JAK
Los fármacos inhibidores de la JAK bloquean la respuesta inmune alterada en la enfermedad inflamatoria intestinal logrando reducir dicha inflamación y sus efectos
En este grupo encontramos cuatro medicamentos intracelulares, entre ellos tres sustancias nuevas, inhibidores de JAK 1 y 2; estos inhibidores de esta sustancia son los que llevan el mensaje al núcleo para que produzca citoquina.
"Si yo inhibo esa información para que no llegue al núcleo, pues las células no me van a producir estas sustancias destructivas de las articulaciones e inflamación de otros tejidos", indicó Rodríguez.
Este grupo de inhibidores son orales, no parenterales y se consideran medicamentos moduladores de la artritis reumatoide de las células pequeñas, porque son moléculas diminutas que están dentro de la célula.
Su ventaja es que son orales y no parenterales, lo cual quiere decir que su aplicación no es intravenosa, intramuscular o subcutánea.
El especialista señala que en este caso no se debe ir del modulador tradicional al biológico, sino que se puede hacer un salto a las células pequeñas, con el propósito de ver si se alcanza una buena respuesta terapéutica sin tener que usar inyecciones.
"Esa es una gran ventaja terapéutica, para mejorar la adherencia a la terapia de los pacientes con condición de artritis reumatoide", recalcó el Dr. Rodríguez Santiago.
Existen varias alternativas en el mercado que cada día ofrecen al paciente mejores opciones de tratamiento, para el doctor Rodríguez Santiago, durante su entrevista con MSP es notable una mejor disposición al tratamiento cuando es inyectable para el paciente que se le olvide las pastillas, por lo que es preferible que visite al médico y reciba su inyección. Por el contrario, si el paciente es joven, no quiere estar atado a inyecciones semanales, es preferible manejar el tratamiento con pastillas, que no requieren refrigeración ni visitas médicas, pero es fundamental recalcar la importancia de la adherencia a los tratamientos y del acompañamiento médico.
Factores de riesgo
En reumatología no se habla de cura, pero sí son medicamentos que se usan para detener el proceso inflamatorio y tienen el beneficio de detener el progreso de la enfermedad.
"Entre más temprano inicie la intervención terapéutica, mejores respuestas clínicas. Cuando se proporciona un medicamento que va a modular el sistema inmune, se debe establecer y saber que el sistema inmune va a estar modulado, por lo que, es posible que se presente una mayor incidencia de infecciones, por lo que se deben tener algunas precauciones para evitarlas", explicó.
Las remisiones espontáneas en artritis reumatoide son bien bajas en incidencia, ocurren en muy pocas ocasiones, por lo tanto, siempre se debe buscar tener al paciente bajo revisión y tratamiento, ante una enfermedad que se controla, pero no se cura, como tampoco se cura la diabetes, ni la hipertensión.
"Si hay un paciente que tiene alta probabilidad de desarrollar neoplasia, puede que se presente tomando estas medicinas, pues se han reportado algunos casos descritos en estudios y esto debe ser parte de las precauciones que se deben tener, dado que se puede presentar embolia pulmonar y trombosis de venas profundas de las piernas", añadió el médico.
Aunque son pocos casos, se deben considerar estas precauciones, por lo que es necesario revisar constantemente cómo están los glóbulos blancos, las plaquetas y la hemoglobina, porque eso se puede alterar especialmente con las medicinas nuevas de moléculas pequeñas.
Ante el uso de medicamentos para frenar los efectos que produce la artritis reumatoide, se debe prestar especial atención a los pacientes con otras patologías como los hipertensos, diabéticos o hipotiroideos, cuidando con especial atención la parte metabólica y, si es necesario, se debe brindar acompañamiento con otros especialistas, ya sean cardiólogos, endocrinólogos o una red de manejo multidisciplinario.