Alternativa a la cirugía en cáncer de vejiga: TAR-200 libera quimioterapia sostenida con 82% de respuesta

Esta terapia, según los investigadores, es una alternativa menos invasiva a la extirpación quirúrgica de la vejiga, con un perfil de seguridad favorable y mínimos efectos secundarios.

Katherine Ardila

    Alternativa a la cirugía en cáncer de vejiga: TAR-200 libera quimioterapia sostenida con 82% de respuesta

    Un ensayo clínico de fase 2 desarrollado en la Universidad del Sur de California (USC) ha arrojado resultados extraordinarios: un nuevo sistema de tratamiento ha conseguido eliminar tumores de vejiga no músculo invasivos en el 82% de los pacientes participantes, todos ellos con tumores resistentes a terapias previas. 

    Los datos, publicados en el Journal of Clinical Oncology, revelan que la mayoría de los casos experimentaron una remisión total en apenas tres meses, y casi la mitad seguían libres de la enfermedad un año después del tratamiento. 

    El dispositivo que revoluciona la administración de quimioterapia  

    La clave de este avance la encontraron en el TAR-200, un dispositivo farmacológico con forma de pretzel que contiene gemcitabina, un fármaco quimioterapéutico ampliamente utilizado. 

    A diferencia de los métodos tradicionales en los que el medicamento se administraba en solución líquida y permanecía en la vejiga solo unas horas, este sistema se implanta mediante un catéter y libera el principio activo de manera constante durante tres semanas en cada ciclo.  

    "Esta nueva terapia es la más eficaz reportada hasta la fecha para el tipo más común de cáncer de vejiga", explica la Dra. Sia Daneshmand, autora principal del estudio y directora de oncología urológica en Keck Medicine de la USC. 

    El estudio, denominado SunRISe-1, se llevó a cabo en 144 centros médicos de todo el mundo e incluyó a 85 pacientes diagnosticados con cáncer de vejiga no músculo-invasivo de alto riesgo. Todos ellos habían sufrido recaídas tras recibir el tratamiento estándar con el bacilo Calmette-Guérin (BCG), lo que los situaba en una situación clínica especialmente complicada.  

    "El plan de tratamiento estándar para estos pacientes era una cirugía para extirpar la vejiga y el tejido y los órganos circundantes, lo que conlleva muchos riesgos para la salud y puede afectar negativamente la calidad de vida de los pacientes", afirmó Daneshmand. 

    Sin embargo, el TAR-200 ha demostrado ser una alternativa eficaz y mucho menos invasiva.  

    Protocolo de tratamiento: 82% de éxito 

    Este consistió en sesiones cada tres semanas durante seis meses, seguidas de dosis de mantenimiento trimestrales durante dos años. Los resultados fueron: 70 de los 85 pacientes (el 82%) lograron una respuesta completa, y en el 49% de los casos el cáncer no había reaparecido tras un año de seguimiento.  

    Además, el perfil de seguridad del tratamiento fue excelente, con efectos secundarios mínimos en comparación con la quimioterapia sistémica o la cirugía. 

    Los investigadores se muestran optimistas ante lo que consideran un punto de inflexión en el manejo de este tipo de tumores. Actualmente, el TAR-200 sigue en evaluación en otros ensayos clínicos para confirmar estos resultados y explorar su potencial en diferentes estadios de la enfermedad.  



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