Síntomas depresivos persisten hasta una década después de la quimioterapia en adultos mayores

Un estudio reveló que los pacientes de 50 años o más que sobrevivieron al cáncer mantienen un riesgo dos veces mayor de desarrollar depresión en el largo plazo, lo que evidencia la necesidad de integrar la salud mental en los protocolos oncológicos.

Laura Guio

    Síntomas depresivos persisten hasta una década después de la quimioterapia en adultos mayores

    Una investigación realizada en México demostró que los síntomas depresivos en pacientes que han recibido quimioterapia no solo son frecuentes durante el tratamiento, sino que pueden persistir hasta casi una década después, deteriorando significativamente su calidad de vida.

    El estudio, publicado en la revista Cancer Investigation, analizó a 30 pacientes mexicanos de 50 años o más que sobrevivieron a enfermedades oncológicas y fueron tratados con quimioterapia, comparándolos con 6.970 controles sanos durante el período 2012-2021.

    Riesgo duplicado de desarrollar depresión

    Los resultados mostraron que quienes recibieron quimioterapia presentaron puntajes significativamente más elevados en la Escala de Depresión del Centro de Estudios Epidemiológicos durante tres momentos del seguimiento: 2012, 2015 y 2018. Para 2021, estas diferencias ya no eran estadísticamente significativas.

    El análisis reveló que los pacientes oncológicos tenían un riesgo ajustado más de dos veces superior de presentar síntomas depresivos (odds ratio: 2,16) en comparación con los controles sanos.

    Adultos mayores, población especialmente vulnerable

    El Dr. Arriaga destacó que "este fenómeno es especialmente preocupante en adultos mayores, quienes, por su fisiología, comorbilidades y menor resiliencia, pueden ser más susceptibles a los efectos neurotóxicos e inflamatorios de la quimioterapia".

    Del grupo estudiado, 90% presentó una sola neoplasia, siendo el cáncer de mama (33,3%), cervical (15,1%) y de estómago (12%) los más frecuentes. Además, estos pacientes se caracterizaban por una mayor frecuencia de comorbilidades como diabetes o enfermedades cardiovasculares.

    La persistencia del sufrimiento psicológico

    "Los resultados me dejaron una sensación de preocupación, pero también de claridad sobre la magnitud del problema. Si bien esperaba cierta afectación emocional en pacientes con cáncer, me sorprendió la persistencia de los síntomas depresivos hasta casi una década después del tratamiento", reconoció el Dr. Arriaga.

    Para el investigador, estos hallazgos sugieren que "el sufrimiento psicológico derivado del cáncer y su tratamiento no es transitorio y que puede prolongarse durante etapas importantes del proceso de recuperación y reintegración social".

    Llamado a la integración de la salud mental

    Oscar Galindo Vázquez, doctor en Psicología y Salud por la UNAM y parte del Programa de Bienestar Emocional del Instituto Nacional de Cancerología de México, consideró el estudio "muy relevante", aunque destacó la necesidad de analizar un mayor número de pacientes.

    "Hasta hace algunos años, la mayor parte de la atención se centraba en pacientes en tratamientos oncológicos activos. Hoy sabemos que el número de supervivientes en Latinoamérica, y en particular en México, va a ir aumentando", explicó Galindo.

    Necesidad de tamizaje continuo

    Los expertos coinciden en la importancia de implementar estrategias de detección continua de síntomas depresivos, no solo durante el tratamiento, sino también en el seguimiento de sobrevivientes de cáncer.

    "Un abordaje integral, que incluya la salud mental, puede mejorar la recuperación, la adherencia terapéutica y el bienestar a largo plazo", sostuvo el Dr. Arriaga.

    Galindo sugirió implementar tamizajes breves pero efectivos: "Se pueden hacer tamizajes con diferentes instrumentos de medición, tal vez dos o tres escalas que miden de forma válida y confiable esta problemática, o hacer un tamizaje muy breve con algunas pocas preguntas que den indicadores clave sobre síntomas de depresión".

    Fortalecimiento de la psicooncología

    El estudio también subrayó la importancia del trabajo conjunto entre oncólogos y psicooncólogos. "Les diría a las médicas y médicos que trabajen más de cerca con los equipos de psicoóncologas y psicoóncologos que tengan en su sistema de salud, y que confíen en ellos", recomendó Galindo.

    Por último, el Dr. Arriaga hizo un llamado a los tomadores de decisión para incorporar estrategias de detección y seguimiento continuo de la salud mental de pacientes oncológicos. "Atender esta dimensión emocional es clave para una recuperación integral y sostenible", concluyó.


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